Esta novena bíblica de la familia resalta los valores de la vida familiar como un tesoro que Dios regala a todos los hombres, orando con fe y esperanza al Señor.
Queremos caminar de la mano en unidad con nuestra familia, en prudencia, en misericordia, en respeto y, sobre todo, en corrección fraterna. Que aprendamos a valorarnos los unos a los otros, para vivir en paz y en armonía.