Este libro está dedicado a los padres de la escuela de vida para padres con hijos fallecidos y a todas las personas que el autor ha visto y sigue frecuentando en los cursos de logoterapia que dicta desde hace 25 años.
estos seres han sabido vivenciar la logoterapia y encontrar nuevamente un sentido a sus vidas, a pesar de los altibajos de la existencia o del sufrimiento que genera ia perdida de un hijo. ellos han aprendido que sólo hay una manera de seguir viviendo: responsabilizándose de la propia vida, llevando la teoría logoterapéutica a la acción, con espiritualidad y mucha autotrascendencia.
las reflexiones y testimonios que se incluyen en esta obra pretender ser una guía para todo aquel que quiera entender y levar, a la vida diaria, la teoría de la logoterapia.