Gloria. Credo. Prefacio Propio.
Lectura del libro de Isaías.
El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del abismo, o arriba, en las alturas”. Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”. Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa ‘Dios con nosotros’”. Palabra de Dios.
Comentario: Las cualidades y atributos que acompañan a este niño dan vida a nuestra fe acerca de aquella joven llamada María. Ella, sin concurso de varón, da a luz un Hijo, cuya muerte y resurrección confirman lo anunciado por el Profeta. Porque en la persona de Jesús se cumplió la expectativa mesiánica y ese hecho fue suficiente para creer en el “Dios con nosotros”, Emanuel.
R. ¡Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad!
Tú no quisiste víctima ni oblación, pero me diste un oído atento; no pediste holocaustos ni sacrificios, entonces dije: “Aquí estoy”. R.
“En el libro de la Ley está escrito lo que tengo que hacer: Yo amo, Dios mío, tu voluntad, y tu ley está en mi corazón”. R.
Proclamé gozosamente tu justicia en la gran asamblea; no, no mantuve cerrados mis labios, Tú lo sabes, Señor. R.
No escondí tu justicia en el fondo de mi corazón, proclamé tu fidelidad y tu salvación, y no negué ante la gran asamblea tu amor y tu fidelidad. R.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: Es imposible que la sangre de toros y chivos quite los pecados. Por eso, Cristo, al entrar en el mundo, dijo: “Tú no has querido sacrificios ni oblación; en cambio, me has dado un cuerpo. No has mirado con agrado los holocaustos ni los sacrificios expiatorios. Entonces dije: ‘Aquí estoy, yo vengo –como está escrito de mí en el libro de la Ley– para hacer, Dios, tu voluntad’”. Él comienza diciendo: “Tú no has querido ni has mirado con agrado los sacrificios, los holocaustos, ni los sacrificios expiatorios, a pesar de que están prescritos por la Ley”. Y luego añade: “Aquí estoy, yo vengo para hacer tu voluntad”. Así declara abolido el primer régimen para establecer el segundo. Y en virtud de esta voluntad quedamos santificados por la oblación del cuerpo de Jesucristo, hecha de una vez para siempre. Palabra de Dios.
Comentario: El Predicador pone en evidencia la eficacia del sacrificio de Cristo y el sacerdocio de los creyentes. Afirma que así como el sacrificio que consagra a Cristo como sacerdote, cada creyente también queda consagrado por la ofrenda del Cuerpo de Jesucristo, hecho de una vez y para siempre. Así quedamos incorporados al sacrificio de Cristo. Asimismo, Dios no se fija en los sacrificios, sino en la recta intención y fidelidad de la persona que los ofrece.
Aleluia. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, y nosotros hemos visto su gloria. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo!”. Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y se le llamará Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser esto, si yo no convivo con ningún hombre?”. El Ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será santo y se lo llamará Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor; que se cumpla en mí lo que has dicho”. Y el Ángel se alejó. Palabra del Señor.
Comentario: Las palabras del Ángel confirman el gran poder de Dios. Con este advenimiento del Hijo de Dios, María representa a la humanidad que se mantiene abierta al misterio de Dios y está a la expectativa de la Buena Noticia que es Jesús. Peor, al mismo tiempo, María es la realidad de todo hombre y mujer que se siente enriquecido por la presencia de Dios.
1 Comment
Gloria y honor a ti Señor Jesús…🙏🤍✝️🙌