La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio propio.
Las Noticias Que Trajo Gabriel
Lucas presenta un ángel que desciende del cielo para visitar a una muchacha ocupada en sus tareas domésticas y pensando en su futuro. Como toda joven, lo imaginaba especial, con Dios ocupando el lugar central, pero sin saber cómo. Muchas alternativas en su tiempo no había. Todo estaba más o menos determinado, hasta los detalles de un futuro matrimonio.
El saludo del ángel Gabriel podemos imaginarlo como si Dios le hiciera una caricia en la cotidianidad de la vida. Nos puede suceder también a nosotros en un momento feliz como en un día de lágrimas y luto. Dios siempre se hace presente para quien está atento y lo espera.
Ante el saludo de Gabriel, podemos imaginar la conmoción interior de María. Lo primero que le pide el Ángel es alegría. No le exige adoración, oraciones. Quien se abre a la alegría interior está abierto a Dios, y Dios ya habita en ese corazón libre de miedo.
Después le pide que se deje llenar de gracias, algo que nunca se había escuchado en la historia de la revelación, como que Dios se había enamorado de ella. Y Dios solo ama eternamente y totalmente.
El tercer anuncio es la maternidad inesperada por la forma y porque no estaba en sus planes. Tanto que presenta su situación de no conocer a ningún hombre…
“Llena de gracia” la llama el Ángel, “Inmaculada” la proclama el pueblo cristiano, que es lo mismo, no por haber dicho “sí” a Dios, sino porque Dios le había dado su “Sí” antes del saludo del Ángel.
La respuesta de María es definirse sierva, dispuesta, que no quiere decir sumisa o pasiva, sino colaboradora como quien corresponde a un gran amor. Es esclavo de ese amor, pero no sometido porque el amor verdadero libera, ni pasivo porque emprende un nuevo camino.
La historia de María es el inicio de la historia de la Iglesia y la de cada uno de nosotros.
“¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc 1, 28).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Celebramos la Inmaculada Concepción, que nos asegura la victoria sobre el mal. Dios se sirve de la Virgen María para entregarnos a su Hijo y darnos así la esperanza que el bien siempre triunfará.
1ª LECTURA Gn 3, 9-15. 20
Guía: La Virgen María es la “mujer” destinada por Dios para aplastar la cabeza del Maligno.
Lectura del libro del Génesis.
Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les había prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. “Oí tus pasos por el jardín”, respondió él, “y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”. El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios.
SALMO Sal 97, 1-4
R. Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas.
Canten al Señor un canto nuevo, porque él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
2ª LECTURA Éf 1, 3-6. 11-12
Guía: Dios Padre, en la persona de Jesús, nos ha bendecido, elegido y predestinado a ser sus hijos, santos e irreprensibles en el amor.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso. Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha ben- decido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano -según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad- a ser aquellos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria. Palabra de Dios.
ALELUIA Cfr. Lc 1, 28
Aleluia. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluia.
EVANGELIO Lc 1, 26-38
Guía: El relato de Lucas nos muestra a María, a la escucha atenta de la Palabra de Dios y dispuesta a dar una respuesta positiva.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. El ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: “¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo”. Al oír estas palabras, ella quedó des- concertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el ángel le dijo: “No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin”. María dijo al Ángel: “¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relación con ningún hombre?”. El ángel le respondió: “El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios”. María dijo entonces: “Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra”. Y el ángel se alejó. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: El pan y el vino simbolizan nuestros dones y limitaciones. Con María, los ofrecemos para que el Señor nos lo devuelva como alimento eucarístico.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: La comunión plena con Cristo nos sana de nuestros males y, siguiendo el ejemplo de María, podemos llevar un estilo de vida más semejante al de Jesús.
DESPEDIDA
Guía: María es portadora de Cristo, Sagrario de la Trinidad, modelo de la Iglesia. Son estos los principales motivos que debemos proclamar de la Madre de Jesús, al salir de esta celebración que nos ha llenado de gozo.