Nuestra Señora de los Dolores (MO). Blanco.
Leccionario Santoral: Heb 5, 7-9; Sal 30, 2-6. 15-16. 20; Jn 19, 25-27 (o bien: Lc 2, 33-35).
Secuencia (optativa). Prefacio propio de santa María Virgen, I o II.
Día Nacional de los Enfermos.
LECTURA 1Tim 1, 1-2. 12-14
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Pablo, Apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, nuestro Salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza, saluda a Timoteo, su verdadero hijo en la fe. Te deseo la gracia, la misericordia y la paz que proceden de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor. Doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque me ha fortalecido y me ha considerado digno de confianza, llamándome a su servicio a pesar de mis blasfemias, persecuciones e insolencias anteriores. Pero fui tratado con misericordia, porque cuando no tenía fe, actuaba así por ignorancia. Y sobreabundó en mí la gracia de nuestro Señor, junto con la fe y el amor de Cristo Jesús. Palabra de Dios.
Comentario: Pablo se presenta a sí mismo como pecador redimido por el gesto gratuito de Cristo. Por eso, urge a la Iglesia a que sea “penitente”, donde los primeros en dar el buen ejemplo y confesar sus culpas, pidiendo perdón por ellas, son los que pertenecen a la jerarquía. Solo así, se podrá superar la actitud hipócrita de confesar los pecados solamente por una cuestión de normas.
SALMO Sal 15, 1-2. 5. 7-8. 11
R. ¡Tú eres la parte de mi herencia, Señor!
Protégeme, Dios mío, porque me refugio en ti. Yo digo al Señor: “Señor, Tú eres mi bien”. El Señor es la parte de mi herencia y mi cáliz, ¡Tú decides mi suerte! R.
Bendeciré al Señor que me aconseja, ¡hasta de noche me instruye mi conciencia! Tengo siempre presente al Señor: Él está a mi lado, nunca vacilaré. R.
Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. R.
ALELUIA Cfr. Jn 17, 17
Aleluia. Tu palabra, Señor, es verdad; conságranos en la verdad. Aleluia.
EVANGELIO Lc 6, 37-42
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: «No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará. Les volcarán sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante. Porque la medida con que ustedes midan también se usará para ustedes». Les hizo también esta comparación: «¿Puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un pozo? El discípulo no es superior al maestro; cuando el discípulo llegue a ser perfecto, será como su maestro. ¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú, que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús nos enseña que en el seguimiento de su persona la mediocridad y la falta de autocrítica son el principal obstáculo para hacer realidad la presencia e instauración del Reino. La renuncia, la fe y el compromiso son los componentes básicos que revelan la fidelidad del discípulo.