Acaba de salir a la luz el Video del Papa de octubre con la intención de oración que el pontífice confía a toda la Iglesia Católica a través de la Red Mundial de Oración del Papa. La intención llega en un punto de inflexión en el camino sinodal que comenzó en el 2021 y concluirá en 2023. Finalizada la etapa inicial en la que las Iglesias particulares, Conferencias Episcopales y otras realidades eclesiales reflexionaron a partir del Documento Preparatorio enviado por Roma, se inaugura la etapa continental, cuyo énfasis se enmarca en la escucha, el discernimiento y el diálogo a nivel regional, a partir de las aportaciones realizadas por las Iglesias particulares. El Santo Padre marca la necesidad de una Iglesia cercana y abierta y pide rezar “para que la Iglesia, fiel al Evangelio y valiente en su anuncio, viva cada vez más la sinodalidad y sea un lugar de solidaridad, de fraternidad y de acogida”.
Con el apoyo de la Secretaría General del Sínodo, esta edición del Video del Papa remarca que para la Iglesia el Sínodo “no es una encuesta”: “no se trata de recoger opiniones, ni hacer un parlamento”, sino de “escucharse entre sí en nuestra diversidad”, y sobre todo “escuchar al protagonista, que es el Espíritu Santo”. “Hacer sínodo” se trata de aprender a escucharse, de hablar con el otro — incluso con quienes están fuera, en el margen— para buscar “la cercanía, que es el estilo de Dios”.
Para el Papa Francisco, caminar juntos en la misma dirección “es lo que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Que retome la conciencia que es un pueblo en camino y que debe hacerlo junto”.
Con este ánimo comenzó hace un año el Sínodo 2021-2023, “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”, y este mes se da inicio a su segunda etapa. Es un proceso constante de escucha y discernimiento en todo el mundo. Ahora, en la etapa continental, a partir del trabajo de escucha que han hecho las Iglesias particulares y el discernimiento de los Pastores en las Conferencias Episcopales, la Secretaría General del Sínodo está elaborando un Documento de Discernimiento del Pueblo de Dios tras una cuidadosa reflexión sobre los frutos de la etapa anterior.
El Secretario General del Sínodo, Cardenal Mario Grech, comentó a propósito del proceso sinodal: “La respuesta del Pueblo de Dios en la primera etapa del proceso sinodal fue simplemente extraordinaria, ¡sin precedentes en la historia! Todas las Conferencias Episcopales enviaron su contribución. ¡Esto nunca había ocurrido y muestra claramente cómo actúa el Espíritu! Hoy en día, muchos creyentes se preguntan cómo seguir el camino que han iniciado. Además de las actividades implementadas localmente o a nivel de cada continente, invito a todos a contribuir con la oración personal y comunitaria para apoyar a quienes serán llamados al ejercicio de la escucha y el discernimiento en las próximas asambleas continentales”.
Se ha de entender, a partir de esto, que el proceso actual no termina con la etapa diocesana, ni con la etapa continental, ni con la celebración de la Asamblea del Sínodo; estos son acontecimientos que se integran en el continuo y único dinamismo de conversión sinodal de la Iglesia. Y en esa escucha recíproca —como el Santo Padre explicó en la Conmemoración del 50 Aniversario de la institución del Sínodo de los Obispos—“cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo”.
Recemos para que la Iglesia, fiel al Evangelio y valiente en su anuncio, viva cada vez más la sinodalidad y sea un lugar de solidaridad, fraternidad y acogida.
Papa Francisco – Octubre 2022
¿Qué significa “hacer sínodo”? Significa caminar juntos: sí-no-do. En griego es eso, “caminar juntos” y caminar en la misma dirección.
Y esto es lo que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. Que retome la conciencia que es un pueblo en camino y que debe hacerlo junto.
Una Iglesia con este estilo sinodal es una Iglesia de la escucha, que sabe que escuchar es más que oír.
Es escucharse entre sí en nuestra diversidad y abrir puertas a los que están fuera de la Iglesia. No se trata de recoger opiniones, ni hacer un parlamento. El sínodo no es una encuesta; se trata de escuchar al protagonista, que es el Espíritu Santo, se trata de rezar. Sin oración, no habrá Sínodo.
Aprovechemos esta oportunidad para ser una Iglesia de la cercanía, que es el estilo de Dios, la cercanía. Y demos las gracias a todo el pueblo de Dios que, con su escucha atenta, está recorriendo un camino sinodal.
Recemos para que la Iglesia, fiel al Evangelio y valiente en su anuncio, viva cada vez más la sinodalidad y sea un lugar de solidaridad, de fraternidad y de acogida.