El primer Video del Papa del 2021 hace un llamado a la fraternidad: Francisco pide, frente a todos los desafíos que la humanidad enfrenta hoy, que seamos capaces de abrirnos y unirnos, como humanos, como hermanos y hermanas. Además, enfatizó en algo que ha dicho en otras ocasiones: “No hay alternativa: o construimos el futuro juntos o no habrá futuro. Las religiones, en especial, no pueden renunciar a la urgente tarea de construir puentes entre los pueblos y las culturas”.
El camino hacia la fraternidad que propone el Video del Papa parte de una apertura “al Padre de todos”, y en “ver en el otro un hermano, una hermana”. Esta misma idea también la había adelantado en su última encíclica, Fratelli tutti: “Estamos convencidos de que ‘sólo con esta conciencia de hijos que no son huérfanos podemos vivir en paz entre nosotros’”. Para el Papa, las diferencias entre las personas que profesan distintas religiones o viven según otras tradiciones no deben impedir llegar a una cultura del encuentro, ya que después de todo, “somos hermanos que oramos”.
En la búsqueda de este espíritu de fraternidad, el Obispo de Roma llama también a no olvidar que, para los cristianos, “la fuente de la dignidad humana y de la fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo”. En este sentido, pide a los creyentes volver a lo esencial de la fe: “la adoración a Dios y el amor al prójimo”. En el diálogo con otras religiones, y como lo explica el Papa en Fratelli tutti, esto se vuelve fundamental, ya que si bien otros beben de otras fuentes, “para nosotros, ese manantial de dignidad humana y de fraternidad está en el Evangelio de Jesucristo”.
El P. Frédéric Fornos S.J., Director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa, destacó la importancia de esta intención de oración que inaugura el 2021: “Después de un 2020 marcado por el impacto de la pandemia, tanto a nivel sanitario como a nivel socioeconómico, es especialmente importante que esta intención del Santo Padre nos ayude a vernos realmente más como hermanos y hermanas en el camino hacia la paz que se hace cada vez más necesario. Para Francisco, el papel de las religiones en este propósito es fundamental, y dio un gran paso en este sentido cuando firmó el Documento sobre la Fraternidad Humana por la paz mundial y la convivencia común, junto al Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayyeb. Poco más de un año después, desarrolló más profundamente sus ideas en su última encíclica, Fratelli tutti, en especial en el capítulo 8: ‘Las distintas religiones, a partir de la valoración de cada persona humana como criatura llamada a ser hijo o hija de Dios, ofrecen un aporte valioso para la construcción de la fraternidad y para la defensa de la justicia en la sociedad’. Ojalá podamos, en el nombre de Dios que nos ha creado a todos iguales en derechos, deberes y dignidad, y que nos ha llamado a convivir como hermanos y hermanas, favorecer esta fraternidad para afrontar juntos los desafíos del mundo y de nuestra “casa común”. La fraternidad, que respeta y valora la diversidad, es el estilo del Reino de Dios”.