“La noche iluminada por mi gozo” cantábamos en la Vigilia Pascual, este año 2020 de muchas maneras, en muchos lugares, sea desde las iglesias parroquiales casi vacías, sea desde las casas, con la nostalgia de las pascuas pasadas. Esta Pascua nos ha llegado en un momento crítico, que con el tiempo iremos asumiendo e iremos superando juntos, ¡Todo en manos de Dios!

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En esta noche que transitamos irrumpe la Luz de Cristo Resucitado, quien camina a nuestro lado y desea conducirnos una y otra vez al Padre, ya que Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Ese camino en su Luz hoy lo recorremos, contemplando con la ayuda de la Palabra, los diversos pasajes que nos narran sus apariciones, los encuentros que tuvo con los suyos, muchos de ellos cargados de asombro, escepticismo, alegría desbordante, gozo misionero.

Por eso, ponemos a su disposición este sencillo material para rezar juntos en nuestras casas, en nuestras comunidades, con algún amigo o amiga queridos. Ponerse en camino con el Resucitado será entonces entregarle nuestros miedos, angustias, anhelos, crisis, situaciones económicas al borde de venirse abajo quizá. Ponerse en camino con Él será dejarnos encender el corazón con su Palabra y reconocerle al partir el pan, reconocerle en la fraternidad y así ser signos de Luz en plena noche, esta noche que toda la humanidad transita.

Que la alegría del Resucitado vende nuestras heridas y nos haga sanadores heridos, constructores de una verdadera civilización del amor.