Nacieron el mismo año 330, en Capadocia, Basilio en Cesarea y Gregorio en Nacianzo. La familia de Basilio es de santos canonizados: abuela, padres, dos hermanos y su hermana. Los estudios los juntaron en Grecia, haciéndose grandes amigos. Basilio se hace monje y es nombrado obispo. Gregorio sigue a Basilio y es nombrado patriarca de Constantinopla.
San Gregorio escribe: “Parecía que teníamos una misma alma… Una sola tarea y afán teníamos ambos: cómo vivir para las esperanzas futuras de modo que, aun antes de partir de esta vida, pudiese decirse que habíamos emigrado ya de ella”. Basilio falleció en el 379 y Gregorio en el 389.