Son los dos discípulos predilectos del apóstol san Pablo, al que acompañan en las tareas evangelizadoras. Timoteo, natural de Listra, es bautizado por Pablo junto con su abuela y su madre. Y desde entonces acompaña siempre al Apóstol. Es su secretario, enfermero y confidente. Pablo, preso en Roma, lo consagra obispo y lo envía a Éfeso. En Antioquia Pablo se encuentra con Tito, que acompaña a Pablo al concilio de Jerusalén y en el tercer viaje por Asia Menor, Macedonia, Acaya y Jerusalén. Luego lo envía a Corinto como mensajero de paz, y seguidamente a Creta, para aclarar una situación confusa, y allí se queda como obispo hasta el fin de su vida.