Santos Pablo Miki y comps. mrs. (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Gál 2, 19-20; Sal 125, 1-6; Mt 28, 16-20.
Prefacio de mártires.
Reseña: Al salir de Japón rumbo a la India, en el año 1551, Francisco Javier había dejado una comunidad cristiana consolidada en el País. Poco después, el emperador Taickoama ordenó una fuerte persecución a esta “iglesia extranjera” que estaba influyendo con su fe en el mismo ambiente social. Entre los 26 crucificados en Nagasaki, sobresale Pablo Miki, primer sacerdote jesuita japonés; además, de otros jesuitas, franciscanos y laicos, entre los que habían dos niños. Se cuenta que las autoridades japonesas se asombraron de la alegría que estos tenían de morir, como lo había sido la muerte Jesucristo.
LECTURA 1Rey 3, 4-13
Lectura del primer libro de los Reyes.
El rey Salomón fue a Gabaón para ofrecer sacrificios allí, porque ese era el principal lugar alto. Sobre ese altar, Salomón ofreció mil holocaustos. En Gabaón, el Señor se apareció a Salomón en un sueño, durante la noche. Dios le dijo: «Pídeme lo que quieras». Salomón respondió: «Tú has tratado a tu servidor David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; Tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. Tu servidor está en medio de tu pueblo, el que Tú has elegido, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede entonces a tu servidor un corazón comprensivo, para juzgar a tu pueblo, para discernir entre el bien y el mal. De lo contrario, ¿quién sería capaz de juzgar a un pueblo tan grande como el tuyo?» Al Señor le agradó que Salomón le hiciera este pedido, y Dios le dijo: «Porque tú has pedido esto, y no has pedido para ti una larga vida, ni riqueza, ni la vida de tus enemigos, sino que has pedido el discernimiento necesario para juzgar con rectitud, Yo voy a obrar conforme a lo que dices: Te doy un corazón sabio y prudente, de manera que no ha habido nadie como tú antes de ti, ni habrá nadie como tú después de ti. Y también te doy aquello que no has pedido: tanta riqueza y gloria que no habrá nadie como tú entre los reyes, durante toda tu vida». Palabra de Dios.
Comentario: Dios ofrece a Salomón cuanto él necesitará para la misión encomendada. A Dios le agrada la respuesta del Rey, ya que no pidió nada para su propio provecho… solo pidió un corazón dócil y la sabiduría necesaria, tanto que le aseguró mucho más… ¿No será la hora de recuperar este espíritu?
SALMO Sal 118, 9-14
R. ¡Enséñame, Señor, tus preceptos!
¿Cómo un joven llevará una vida honesta? Cumpliendo tus palabras. Yo te busco de todo corazón: no permitas que me aparte de tus mandamientos. R.
Conservo tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. Tú eres bendito, Señor: enséñame tus preceptos. R.
Yo proclamo con mis labios todos los juicios de tu boca. Me alegro de cumplir tus prescripciones, más que de todas las riquezas. R.
ALELUIA Jn 10, 27
Aleluia. «Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Mc 6, 30-34
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Al regresar de su misión, los Apóstoles se reunieron con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Vengan ustedes solos a un lugar desierto, para descansar un poco». Porque era tanta la gente que iba y venía, que no tenían tiempo ni para comer. Entonces se fueron solos en la barca a un lugar desierto. Al verlos partir, muchos los reconocieron, y de todas las ciudades acudieron por tierra a aquel lugar y llegaron antes que ellos. Al desembarcar, Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles largo rato. Palabra del Señor.
Comentario: Luego de haberlos enviado, y viendo el entusiasmo de los Apóstoles que regresaban de la misión, Jesús los invita a un lugar desértico para evaluar y rezar lo que han vivido, y descansar un poco. Es fácil dejarse llevar por las actividades, poniendo en riesgo la motivación original.