Santo Toribio de Mogrovejo, obispo. Patrono del Episcopado Latinoamericano (MO).Blanco.
Gloria. Prefacio de Pastores. Leccionario Santoral: 2Tim 1, 13-14; 2, 1-3; Sal 95, 1-3. 7-8. 10; Mt 9, 35-38.
Reseña
Nace en Mayorga, León-España, en el año 1538. A sus 40 años, con doctorado en filosofía y derecho, siendo todavía laico, el rey de España, Felipe II, lo propone al papa Gregorio XIII como segundo arzobispo de Lima. En el año 1579 es ordenado sacerdote en Granada, donde recibe el encargo de presidir el tribunal de la Inquisición, y hace de esta odiada institución un instrumento de amor, justicia y salvación. Al año siguiente es consagrado obispo en Sevilla con destino a Lima, adonde llega en el año 1581. Visita los innumerables poblados de su inmensa diócesis. Celebra 13 sínodos y convoca el III Concilio Limense, del año 1582 al año 1583, en el cual se elabora una legislación en defensa de los derechos de los indígenas, a quienes llamaba “las nuevas plantas del Evangelio”, que él defiende contra los explotadores. En base al Concilio, redacta el Catecismo, el primer libro impreso en América en tres lenguas: castellano, quechua y aymara. En el año 1591 funda en Lima el primer seminario de América Latina, y luego varios más. Es contemporáneo y conciudadano de santa Rosa de Lima y de san Martín de Porres. A los 25 años de fecunda labor pastoral, en la última visita a su arquidiócesis, el 23 de marzo del año 1606, pasa a la gloria eterna en Zaña (Lambayeque). Es canonizado por Benedicto XIII en el año 1726; y en el año 1983 Juan Pablo II lo proclama Patrono del Episcopado Latinoamericano. Es el primer santo de América Latina.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Cuando Pablo llegó a Antioquía de Pisidia, casi toda la ciudad se reunió el sábado siguiente para escuchar la Palabra del Señor. Al ver esa multitud, los judíos se llenaron de envidia y con injurias contradecían las palabras de Pablo. Entonces Pablo y Bernabé, con gran firmeza, dijeron: «A ustedes debíamos anunciaren primer lugar la Palabra del Señor, pero ya que la rechazan y no se consideran dignos de la Vida eterna, nos dirigimos ahora a los paganos. Así nos ha ordenado el Señor: “Yo te he establecido para ser la luz de las naciones, para llevar la salvación hasta los confines de la tierra” ». Al oír esto, los paganos, llenos de alegría, alabaron la Palabra del Señor, y todos los que estaban destinados a la Vida eterna abrazaron la fe. Así la Palabra del Señor se iba extendiendo por toda la región. Pero los judíos instigaron a unas mujeres piadosas que pertenecían a la aristocracia y a los principales de la ciudad, provocando una persecución contra Pablo y Bernabé, y los echaron de su territorio. Éstos, sacudiendo el polvo de sus pies en señal de protesta contra ellos, se dirigieron a lconio. Los discípulos, por su parte, quedaron llenos de alegría y del Espíritu Santo.
Palabra de Dios.
Comentario: En el desarrollo de la misión de Pablo, y de Bernabé, se define que los paganos son los destinatarios de la misión emprendida. Los judíos, a quienes se debían en primer lugar, permanecían cerrados y no estaban dispuestos a cambiar la Ley por Jesucristo. La fe exige una gran apertura a lo que Dios quiere entregar a sus hijos.
R. ¡Contemplen el triunfo de nuestro Dios!
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo rnaravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
«Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos y conocerán la verdad», dice el Señor. Aleluya.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús dijo a sus discípulos: «Si ustedes me conocen, conocerán también a mi Padre. Ya desde ahora lo conocen y lo han visto». Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre y eso nos basta». Jesús le respondió: «Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conocen? El que me ha visto, ha visto al Padre. ¿Cómo dices: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que Yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Las palabras que digo no son mías: el Padre que habita en mí es el que hace las obras. Créanme: Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanlo, al menos, por las obras. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que Yo hago, y aún mayores, porque Yo me voy al Padre. Y Yo haré todo lo que ustedes pidan en mi Nombre, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si ustedes me piden algo en mi Nombre, Yo lo haré».
Palabra de Dios.
Comentario: La pregunta de Felipe a Jesús, en un lenguaje directo, revela cómo el Maestro actúa en comunión con su Padre. Quien entra en su escuela, realiza ésta experiencia: seguirlo a él respondiendo a la voluntad de Padre, bajo la guía del Espíritu Santo. Al vivir esta comunión trinitaria, el creyente se convierte en instrumento del Reino de Dios en este mundo.