Santa Teresa de Jesús de Los Andes, v. (F). Blanco
Reseña: Nace en Santiago el 13 de julio de 1900. Se destacó como buena alumna y compañera ejemplar. Colaboró en las misiones y la catequesis. En mayo de 1919 ingresó al Monasterio del Espíritu Santo de los Andes. Tras una corta y penosa enfermedad, que sobrellevó con heroísmo, murió el 12 de abril de 1920. Su carisma fue manifestar la alegría inmensa que significa conocer y amar a Dios, incluso ofreciendo su vida por esta causa. Beatificada por san Juan Pablo II, en Santiago el 3 de abril de 1987, y canonizada en Roma el 21 de marzo de 1993.
LECTURA Os 2, 14-20
Lectura del Profeta Oseas.
Así dice el Señor: «Yo la atraeré y la llevaré al desierto, y le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como en el día en que la saqué de Egipto. Aquel día te desposaré para siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia; te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor». Palabra de Dios.
Comentario: Quienes se aman hablan con el lenguaje del corazón; en cambio, los demás se esfuerzan por lograr una comunicación sobre una verdad, solo a nivel intelectual. El Señor desea que nos relacionemos con él, llegando a un intercambio de mutuo amor, así como lo experimentó Teresita de los Andes.
SALMO Sal 33, 2-9
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor; que los humildes lo escuchen y se alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos. Busqué al Señor; Él me respondió y me libró de todos mis temores. R.
Contémplenlo y quedarán radiantes; y sus rostros no se avergonzarán. Si el afligido invoca al Señor; Él lo escucha y lo salva de sus angustias. R.
El ángel del Señor acampa en torno a sus fieles y los protege. Gusten y vean qué bueno es el Señor; dichoso el que se acoge a Él. R.
ALELUIA Cfr. Mt 11, 25
Aleluia. Bendito seas Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.
EVANGELIO Mt 18, 1-4
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
En aquel tiempo, los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: «¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?». Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Les aseguro que si no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los cielos. El que se haga pequeño como este niño será el más grande en el Reino de los cielos». Palabra del Señor.
Comentario: Los discípulos buscaban la fórmula mágica para ser importantes, sin pasar por la cruz. En cambio, Jesús les invita a ser niños y a aprender este camino espiritual, que significa perder las propias seguridades, recuperar la humildad y la pobreza para llenarse de Dios. Pues esta vía es el rumbo hacia la mayor grandeza.