San Felipe Neri, p. (MO). Blanco.
Leccionario Santoral: Flp 4, 4-9; Sal 33, 2-11; Jn 17, 1. 20-26.
Reseña
Felipe Neri (1515-1595), apóstol de Roma, nació en Florencia (Italia). Es llamado el santo de la alegría, porque contagiaba con su buen humor y regocijo de ser cristiano. Desde el año 1533 estudió y enseñó teología y filosofía en Roma. Ordenado sacerdote en el año 1551, ingresó en la comunidad de san Girolamo (Roma). Sus rezos de las horas con himnos, lecturas bíblicas y oraciones en lengua nativa se hicieron tan populares que construyó un oratorio especial para acomodar a más asistentes. Fundó la congregación del Oratorio, llevando a cabo además muchas obras de caridad. Falleció en el año 1595.
LECTURA Ecli 35, 1-12
Lectura del libro del Eclesiástico.
Observar la Ley es como presentar muchas ofrendas, y ser fiel a los mandamientos es ofrecer un sacrificio de comunión; devolver un favor es hacer una oblación de harina, y hacer limosna es ofrecer un sacrificio de alabanza. La manera de agradar al Señor es apartarse del mal, y apartarse de la injusticia es un sacrificio de expiación. No te presentes ante el Señor con las manos vacías, porque todo esto lo prescriben los mandamientos. Cuando la ofrenda del justo engrasa el altar, su fragancia llega a la presencia del Altísimo. El sacrificio del justo es aceptado y su memorial no caerá en el olvido. Glorifica al Señor con generosidad y no mezquines las primicias de tus manos. Da siempre con el rostro radiante y consagra el diezmo con alegría. Da al Altísimo según lo que Él te dio, y con generosidad, conforme a tus recursos, porque el Señor sabe retribuir y te dará siete veces más. No pretendas sobornarlo con un don, porque no lo aceptaría, y no te apoyes en un sacrificio injusto. Porque el Señor es juez y no hace distinción de personas. Palabra de Dios.
Comentario: Dios valora el que seamos justos y devolvamos lo que hemos recibido. Con todo, mucho más le agrada que aprendamos a ser generosos como él es generoso, en una medida desbordante y con un rostro alegre.
SALMO Sal 49, 5-8. 14. 23
R. ¡El Señor es el único Juez!
Al que va por el buen camino, le haré gustar la salvación de Dios. El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. R.
«Reúnanme a mis amigos, a los que sellaron mi alianza con un sacrificio». ¡Que el cielo proclame su justicia, porque el Señor es el único Juez! R.
«Escucha, pueblo mío, Yo te hablo; Israel, voy a alegar contra ti: Yo soy el Señor, tu Dios. No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia!» R.
«Ofrece al Señor un sacrificio de alabanza y cumple tus votos al Altísimo. El que ofrece sacrificios de alabanza me honra de verdad; y al que va por el buen camino, le haré gustar la salvación de Dios». R.
ALELUIA Cfr. Mt 11, 25
Aleluia. Bendito eres, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.
EVANGELIO Mc 10, 28-31
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Pedro le dijo a Jesús: «Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido». Jesús respondió: «Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús promete a Pedro aquello que humanamente él espera para esta y para la otra vida. La persona que se dona a los demás sin esperar recompensa imita la generosidad de Dios y, como se sabe, Dios nunca se deja ganar en generosidad.