SÁBADO 20: Feria. Verde. Santa María en Sábado. Blanco. San Apolinar, o. y mr. (ML). Rojo.
LECTURA Éx 12, 37-42
Lectura del libro del Éxodo. Los israelitas partieron de Ramsés en dirección a Sucot. Eran unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar sus familias. Con ellos iba también una multitud heterogénea, y una gran cantidad de ganado mayor y menor. Como la masa que habían traído de Egipto no había fermentado, hicieron con ella galletas ácimas. Al ser expulsados de Egipto no pudieron demorarse ni preparar provisiones para el camino. Los israelitas estuvieron en Egipto cuatrocientos treinta años. Y el día en que se cumplían esos cuatrocientos treinta años, todos los ejércitos de Israel salieron de Egipto. El Señor veló durante aquella noche, para hacerlos salir de Egipto. Por eso, todos los israelitas deberán velar esa misma noche en honor del Señor, a lo largo de las generaciones. Palabra de Dios.
Comentario: A diferencia de los egipcios, los hebreos velan para salir de Egipto, lugar de opresión y muerte. El pueblo de Israel vela en la noche de la Pascua, para celebrar la fiesta de la nueva vida que les espera. En esa espera también Dios vela para acompañarlos y animarlos.
SALMO Sal 135, 1. 23-24. 10-15
Den gracias al Señor, porque es bueno, R. ¡porque es eterno su amor!
Al que en nuestra humillación se acordó de nosotros, R. ¡porque es eterno su amor!
Y nos libró de nuestros opresores, R. ¡porque es eterno su amor!
Al que hirió a los primogénitos de Egipto, R. ¡porque es eterno su amor!
Y sacó de allí a su pueblo, R. ¡porque es eterno su amor!
Con mano fuerte y brazo poderoso, R. ¡porque es eterno su amor!
Al que abrió en dos partes el Mar Rojo, R. ¡porque es eterno su amor!
Al que hizo pasar por el medio a Israel. R. ¡porque es eterno su amor!
Y hundió en el Mar Rojo al Faraón con sus tropas, R. ¡porque es eterno su amor!
ALELUIA 2Cor 5, 19
Aleluia. Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, confiándonos la palabra de la reconciliación. Aleluia.
EVANGELIO Mt 12, 14–21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo. Los fariseos se confabularon para buscar la forma de acabar con Jesús. Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Grandes multitudes lo siguieron, y los sanó a todos. Pero Él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: «Éste es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre Él y anunciará la justicia a las naciones. No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre». Palabra del Señor.
Comentario: El pensamiento de Jesús es claro: lo más importante siempre es el hombre y la ley está en función de este y no al revés. Por eso al realizar sus milagros no quiere que se sepan para no entrar en polémica por su mesianismo con los fariseos. Además, quiere discreción, él es el siervo de Dios que vivió oculto, en el misterio, cuya vida estuvo determinada por su muerte y resurrección.