Santa Isabel de Hungría, r. (MO). Blanco.
Leccionario Santoral: 1Jn 3, 14-18; Sal 33, 2-11; Lc 6, 27-38.
LECTURA 3Jn 5-8
Lectura de la tercera carta de san Juan. Querido hermano: Tú obras fielmente, al ponerte al servicio de tus hermanos, incluso de los que están de paso, y ellos dieron testimonio de tu amor delante de la Iglesia. Harás bien en ayudarlos para que puedan proseguir su viaje de una manera digna de Dios, porque ellos se pusieron en camino para servir a Cristo, sin aceptar nada de los paganos. Por eso debemos acogerlos, a fin de colaborar con ellos en favor de la verdad. Palabra de Dios.
Comentario: La carta está dirigida a una comunidad del Asia Menor y agradece a su hermano en la fe ?Gayo? por dar hospitalidad a los misioneros que recibirá en nombre de Jesús. En ese tiempo era normal que un cristiano buscara hospitalidad entre los hermanos en la fe, más si se trataba de una misión evangelizadora a los paganos.
SALMO Sal 111, 1-6
R. ¡Feliz el que teme al Señor!
Feliz el hombre que teme al Señor y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será fuerte en la tierra: la posteridad de los justos es bendecida. R.
En su casa habrá abundancia y riqueza, su generosidad permanecerá para siempre. Para los buenos brilla una luz en las tinieblas: es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo. R.
Dichoso el que se compadece y da prestado, y administra sus negocios con rectitud. El justo no vacilará jamás, su recuerdo permanecerá para siempre. R.
ALELUIA Cf. 2Tes 2, 14
Aleluia. Dios nos llamó, por medio del Evangelio, para que poseamos la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Aleluia.
EVANGELIO Lc 18, 1-8
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: «En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: “Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario”. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: “Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme”». Y el Señor dijo: «Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?». Palabra del Señor.
Comentario: Sin duda que Dios hace justicia a los que imploran su ayuda. Aunque la justicia humana, muchas veces, se distancie de la justicia divina por quien aplica la ley y por el contenido de ella misma. Un juez escucha al indigente, pero con sus intereses y el de sus defendidos. Dios se puede hacer esperar pero, al final, siempre actúa con la verdad y el amor.