Del lunes 4 al viernes 8 de este mes, como es habitual en la primera semana de marzo de cada año, los sacerdotes diocesanos junto a su pastor, vivieron esta trascendental instancia de espiritualidad.
Durante estos días, las reflexiones estuvieron a cargo de Mons. Isauro Covili Linfati, obispo de Iquique, quien dividió las temáticas en dos ejes fundamentales por día. Desde la dimensión humana hasta el discernimiento espiritual, aspectos varios de la vida sacerdotal fueron abordados, incluyendo también una reflexión sobre el cuidado de la casa común, la alegría de vivir el Evangelio, la economía y el ejemplo de María como peregrina, entre otros temas relevantes.
Es importante resaltar que la presencia y enseñanzas de San Francisco impregnaron cada una de las reflexiones, inspirando y guiando a los participantes a través de su legado espiritual.
El Pbro. Oliver Pasten Briceño, al detallar la experiencia, expresó: “Fue una instancia de crecimiento espiritual. Un retiro es siempre un regalo de Dios, tiempo de descanso humano y espiritual para fortalecer la fe y acrecentar el ardor como el celo pastoral desde Jesús. Siempre será un desafío permanecer en el Señor y hacer vida en su Palabra. Agradezco además a los fieles el cariño y por encomendarnos en su oración por nosotros“.
Por su parte, el Pbro. Ángel Pizarro Chirino detalló: “Maravilloso el gran ambiente de fraternidad que vivimos en estos días de reflexión y de intimidad con Dios. Este retiro también fue particular ya que tomamos en consideración la preparación para la Jornada Nacional de la Juventud que se realizará en la Arquidiócesis el año 2025, pidiendo en oración por los jóvenes y las familias que los acogerán, con el deseo que sea un tiempo de renovación que tanto necesita la Iglesia en Chile. Agradecer además los temas reflexivos que expuso Mons. Covili, ya que nos permiten hacer una revisión de nosotros para dar lo mejor en el ejercicio del ministerio sacerdotal en las comunidades”.
Importantes son los frutos de este retiro anual, ya que reafirma el crecimiento espiritual y pastoral del clero. La Arquidiócesis, se une en especial oración por nuestros pastores, para que el Señor los acompañe y renueve en ellos el espíritu de servicio.