La sanación es un camino que todas las personas están invitadas a transitar, pues permite mirar hacia adentro para descubrir que lo que hay frente al espejo es el resultado de la mochila que se carga: del amor o del rechazo, de las palabras recibidas durante la niñez, de la forma en que se afrontó el miedo, el dolor; en fin, de todos los momentos que forjan el carácter del individuo. Son situaciones que muchas veces se olvidan o no se les da la importancia que ameritan, sea consciente o inconscientemente.
Querido papá es un libro que insta a mirar la propia historia, en un aspecto esencial: la relación con el padre. En un lenguaje directo y sencillo, Gustavo Jamut lleva al lector a mirar su vida para entender cuál ha sido el efecto de la figura paterna a lo largo de su propio crecimiento, algo que ciertamente marcó la forma de asumir la imagen masculina en la familia. La aceptación, el rechazo, el apoyo, la indiferencia paterna, entre otros temas abordados en esta obra, son elementos que dejan una huella profunda en el niño, quien, sin darse cuenta, tenderá a repetir conductas que observa y asimila, por tratarse de un modelo fundamental en sus primeros años de vida.
El autor propone impulsar un proceso de sanación de la relación paterna, explicando la importancia del padre no solo como sostén económico y figura de autoridad, sino como el complemento necesario de la madre en la formación emocional y espiritual del niño. En cada uno de los capítulos, el padre Jamut entrega orientaciones para educar a los hijos y, si es el caso, ver de qué forma la Palabra de Dios y la oración ayudan a superar las heridas. Además, estas orientaciones las complementa con testimonios y preguntas que canalizan la reflexión personal, de modo que se establezca un punto iluminador: cuando el papá se compromete afectivamente con los hijos, les está entregando herramientas que les permitirán plantarse de mejor forma frente a la vida, superar los obstáculos y ser mejores personas. He ahí el mensaje que la lectura de Querido papá entrega.
Rodrigo Miranda Sánchez