“Los pensamientos que tu mamá haya nutrido acerca de ti a partir del momento mismo de tu concepción –y aún antes de ser concebido(a)–, el amor con el que te haya acogido, la relación que haya habido entre ustedes durante tu primera infancia, en la niñez y en las siguientes etapas de tu vida pueden seguir desplegando hasta la actualidad una influencia positiva o negativa sobre tu vida, dependiendo de la imagen que hayas recibido de ella”.