Ariadna tiene una caja mágica donde viven unos amigos especiales. Pronto se dará cuenta de que son pequeños y que debe ayudarlos para que no pasen hambre ni se pongan enfermos. Sin notarlo, en forma de juego, la joven protagonista empieza a entender la importancia de que los adultos cuiden de los niños, desde los padres hasta los médicos y los profesores.
El cuento está inspirado en el principio cuatro de los Derechos de los Niños, según el cual tienen derecho a la alimentación, vivienda, juego y atención médica, incluso antes de nacer.
Incluye la Declaración de los Derechos de los niños, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, en la resolución 1386 (XVI) del 20 de noviembre de 1959.