El hombre de Dios es el que estamos llamados a ser, es el horizonte y culminación «Hacia el Yo Verdadero». Es el hombre de sentimiento, pensamiento, voluntad, conciencia humana interior y conciencia espiritual. es el hombre espiritual, el que entrega su individualidad para llenar si vida de amor. Es el desprendimiento de la individualidad en pos de ser llenado por Dios.