El suicidio, aportes pastorales para su tratamiento

La Organización Mundial de la Salud señala que el suicidio es todo acto por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, o un daño, cualquiera sea el grado de intención letal o de conocimiento del verdadero móvil. Con esta noción, un tanto más amplia que la tradicional, se podría sostener que todos los actos que guardan algún vínculo con la autodestrucción poseen, al menos, características suicidas.

“Desgraciadamente, en esta sociedad consumista, competitiva y acelerada, el concepto de riesgo y peligro se desdibuja, y se vuelve ambiguo; por ejemplo, no entran dentro de la variable ‘peligro de muerte’, fumar, beber o conducir de forma desmedida”.</i> La vida afectiva se ha vuelto más inestable y superficial, se sostiene cada vez más la temporalidad del amor y se lo observa como un mero sentimiento.

Esta obra pretende, entonces, aportar la reflexión sobre un conjunto de nuevas costumbres, dotadas de una desmesurada e innecesaria dosis de peligro, que se han despertado en la sociedad contemporánea: se trata de la desvalorización de la propia vida, tanto la personal como la ajena.