¿Cómo podemos imaginarnos el paraíso después de la muerte? La realidad divina de la vida eterna parece ir más allá de la imaginación, pero es imposible para nosotros desear lo que no podemos imaginar. Afortunadamente, el lenguaje pictórico de la Biblia, el testimonio de los santos sobre sus experiencias místicas más elevadas y el talento de los artistas más grandes pueden ofrecernos un anticipo de la alegría eterna. La apuesta arriesgada de este libro es vincular toda esta riqueza simbólica al discurso de la teología sobre el paraíso, para dirigir toda nuestra vida hacia él. Muestra cómo y por qué nuestra mayor esperanza no se verá decepcionada.