Este libro recoge las inquietudes que tres niños, David Alejandro y Francisco, le platean a su madre, Sofía, sobre Dios. a través del dialogo van descubriendo que la dimensión espiritual no es un agregado a la vida, sino algo que se evidencia en el corazón mismo de la cotidianidad de la existencia. Por eso, Dios se revela como compañero en el colegio, en la historia de día a día, en el transcurrir familiar, con los amigos y con los temas de interés de estos niños propios de su tiempo.