Los salmos son unos de los tesoros más grandes de la Iglesia. En ellos, se canta de modo incesante la alabanza de Dios y, muchas veces, conmueven a los hombres por su fuerza y belleza espiritual.

En el Antiguo Testamento tenemos más de 150 salmos, que recogen una tradición de cantos y oraciones que se remonta a varios milenios, los que siguen siendo utilizados hasta el día de hoy en la comunidad eclesial, ya que ayudan a los fieles a expresar a Dios sus sentimientos, experiencias y anhelos. En cada Eucaristía, los compartimos en comunidad a través del Salmo Responsorial, que se recita o canta entre la primera y la segunda lectura.

Para destacar esta importante tradición, un servicio a la Palabra de Dios para hacerla resonar en el corazón de los hermanos, presentamos tres recursos para profundizar y enriquecer cada Eucaristía:

– Una comunidad lee los Salmos (Gianfranco Ravasi): una guía esencial para quien recorre, día tras día, el salterio en sintonía con la liturgia de la Iglesia, y también quiere acompañar a quienes se acercan por primera vez al mundo de la oración bíblica descubriéndola como poesía y, además, como expresión no sólo de la fe sino también del arte. Ofrece una traducción cercana al hebreo, permitiendo la experiencia del sabor y el calor del texto original.

– Salmos para la liturgia Ciclos A-B-C y propio de los santos: un libro con partituras, indicaciones y sugerencias que motivan a cantar la Palabra de Dios, con el fin de ayudar a la Asamblea a crecer en la fe y la participación en la misa. Está organizado por ciclos, incluyendo también salmos tanto para el tiempo ordinario, como para Adviento, Navidad, Cuaresma, Pascua y Semana Santa. Una herramienta para apoyar el trabajo de cada parroquia.

– Salmos cantados para la Liturgia: Salmos hechos melodía para el espíritu. Un trabajo realizado con la colaboración de laicos que aman a la Iglesia y quieren hacernos gustar lo bello de la liturgia eucarística, nos ayude a comprender el sentido del misterio de la Eucaristía, resaltar la importancia de la Palabra de Dios y descubrir cada día la gran riqueza de la liturgia católica. Incluye un CD con canciones y pistas.

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