Pascua de la Resurrección del Señor. Blanco.
Gloria. Secuencia. Credo. Prefacio de Pascua.
El Señor resucitado nos aturde
El sepulcro estaba vacío. Había solo unas vendas. Éste es un dato central del evangelio de hoy. Indirectamente, es un signo pascual: Jesús había resucitado, y no había que buscarlo entre los muertos.
¿Creemos por el sepulcro vacío? No. Ver el sepulcro vacío no llevó a las mujeres a creer, las dejó confundidas. Hasta pensaron que alguien lo había robado. La tumba vacía no probaba la resurrección, era un interrogante. No podemos creer por eso. La fe en Jesús resucitado nació de otras razones.
¿Qué es tener experiencia de Jesús resucitado? ¿Cuándo tenemos esta experiencia? Es descubrir dentro de nosotros que Jesús vive. Es experimentar la presencia y la cercanía de Jesús resucitado en nuestra vida.
Basta con que nos fijemos en María Magdalena y en los discípulos. ¿Cómo llegaron a creer? Llegaron a tener experiencia de Jesús resucitado por su interés, porque lo buscaban y estaban abiertos al misterio. Jesús no se apareció a Herodes, ni a los escribas y los sacerdotes, porque éstos no se interesaron en él, no lo buscaban. Dios nunca se impone, no aturde, enamora.
Tenemos experiencia de Jesús resucitado cuando lo descubrimos como viviente; cuando se nos calienta el corazón como a los discípulos de Emaús. Esta experiencia acontece lentamente, dentro de un proceso, dentro de una búsqueda. Es un don, una gracia, pero necesita nuestra adhesión y nuestra colaboración.
Tenemos experiencia de Jesús al reunirnos en una comunidad fraterna, cuando nos juntamos en su nombre, entonces, se manifiesta de forma especial. En los pasajes evangélicos, Jesús se hace presente cuando los discípulos están reunidos, especialmente, para la fracción del pan. Como debe ser en esta santa misa.
No habían comprendido que, según la Escritura, él debía resucitar (Jn 20, 9).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Toda la liturgia de hoy es un grito de alegría por la resurrección del Señor. En la Pascua nace el hombre nuevo creado en la justicia y santidad verdaderas.
1ª LECTURA Hech 10, 34. 37-43
Guía: El discurso de Pedro al pagano Cornelio relata la vida de Jesús quien pasó haciendo el bien y sanando a los enfermos. Crucificado, resucitó al tercer día, apareciéndose a los que debían ser sus testigos. En él tenemos el perdón de los pecados.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Pedro, tomando la palabra, dijo: “Ustedes ya saben qué ha ocurrido en toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicaba Juan: cómo Dios ungió a Jesús de Nazaret con el Espíritu Santo, llenándolo de poder. Él pasó haciendo el bien y sanando a todos los que habían caído en poder del demonio, porque Dios estaba con Él. Nosotros somos testigos de todo lo que hizo en el país de los judíos y en Jerusalén. Y ellos lo mataron, suspendiéndolo de un patíbulo. Pero Dios lo resucitó al tercer día y le concedió que se manifestara, no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios: a nosotros, que comimos y bebimos con Él, después de su resurrección. Y nos envió a predicar al pueblo, y a atestiguar que Él fue constituido por Dios Juez de vivos y muertos. Todos los profetas dan testimonio de Él, declarando que los que creen en Él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre”.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 117, 1-2. 16-17. 22-23
R. Éste es el día que hizo el Señor: alegrémonos y regocijémonos en él.
O bien: Aleluia, Aleluia, Aleluia.
¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! Que lo diga el pueblo de Israel: ¡Es eterno su amor! R.
La mano del Señor es sublime, la mano del Señor hace proezas. No, no moriré: viviré para publicar lo que hizo el Señor. R.
La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular. Esto ha sido hecho por el Señor y es admirable a nuestros ojos. R.
2ª LECTURA Col 3, 1-4
Guía: San Pablo invita a los cristianos que han resucitado en Cristo a vivir una vida digna de él.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas.
Hermanos: Ya que ustedes han resucitado con Cristo, busquen los bienes del cielo donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Tengan el pensamiento puesto en las cosas celestiales y no en las de la tierra. Porque ustedes están muertos, y su vida está desde ahora oculta con Cristo en Dios. Cuando se manifieste Cristo, que es la vida de ustedes, entonces ustedes también aparecerán con Él, llenos de gloria.
Palabra de Dios.
O bien: 1Cor 5, 6-8
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: ¿No saben que “un poco de levadura hace fermentar toda la masa”? Despójense de la vieja levadura, para ser una nueva masa, ya que ustedes mismos son como el pan sin levadura. Porque Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua, no con la vieja levadura de la malicia y la perversidad, sino con los panes sin levadura de la pureza y la verdad.
Palabra de Dios.
Secuencia
(Debe decirse hoy; en los días de la octava, es optativa).
Cristianos, ofrezcamos al Cordero pascual nuestro sacrificio de alabanza. El Cordero ha redimido a las ovejas: Cristo, el inocente, reconcilió a los pecadores con el Padre. La muerte y la vida se enfrentaron en un duelo admirable: el Rey de la vida estuvo muerto, y ahora vive. Dinos, María Magdalena, ¿qué viste en el camino? He visto el sepulcro del Cristo viviente y la gloria del Señor resucitado. He visto a los ángeles, testigos del milagro, he visto el sudario y las vestiduras. Ha resucitado Cristo, mi esperanza, y precederá a los discípulos en Galilea. Sabemos que Cristo resucitó realmente; Tú, Rey victorioso, ten piedad de nosotros.
Aleluia 1Cor 5, 7-8
Aleluia. Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado. Celebremos, entonces, nuestra Pascua. Aleluia.
EVANGELIO Jn 20, 1-9
Guía: La resurrección del Señor pone a prueba la fe de los discípulos, pues, como nota el evangelista, todavía no habían entendido bien que él tenía que resucitar entre los muertos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
El primer día de la semana, de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que la piedra había sido sacada. Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: “Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto”. Pedro y el otro discípulo salieron y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió más rápidamente que Pedro y llegó antes. Asomándose al sepulcro, vio las vendas en el suelo, aunque no entró. Después llegó Simón Pedro, que lo seguía, y entró en el sepulcro; vio las vendas en el suelo, y también el sudario que había cubierto su cabeza; este no estaba con las vendas, sino enrollado en un lugar aparte. Luego entró el otro discípulo, que había llegado antes al sepulcro: El también vio y creyó. Todavía no habían comprendido que, según la Escritura, Él debía resucitar de entre los muertos.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con los dones del pan y del vino, ofrecemos el compromiso de nuestra vida: construir una Iglesia que manifieste a Cristo resucitado.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo es anticipo de la resurrección futura.
Para despedir al pueblo, durante toda la octava, hasta el II Domingo de Pascua, se dice:
S. Pueden ir en paz, Aleluia, Aleluia.
A. Demos gracias a Dios, Aleluia, Aleluia.