En su viaje de regreso del viaje apostólico que realizó a Japón y Tailandia, el papa Francisco conversó con los cerca de 70 periodistas que lo acompañaron, quienes aprovecharon de consultar su opinión acerca de los acontecimientos en Chile y América Latina. Al abordar el tema, reiteró su preocupación por lo que sucede en nuestros país y nuevamente hizo un llamado al diálogo para superar la crisis, tal como lo hiciera en la Audiencia del 23 de octubre.
“Lo que está sucediendo en Chile me asusta, porque Chile está saliendo de un problema de abusos que ha causado tanto sufrimiento y ahora un problema de este tipo que no entendemos bien. Pero está en llamas, como usted dice, y debemos buscar el diálogo y también el análisis”, dijo el Papa.
Al ser consultado por las causas que dieron origen a las movilizaciones, Francisco deslizó una crítica a los gobiernos de la región, aunque fue claro en señalar que no ha podido hacer un análisis profundo sobre el tema. “Todavía no he encontrado un análisis bien realizado de la situación en América Latina y también hay gobiernos débiles, muy débiles, que no han logrado poner orden y paz, y por eso llegamos a esta situación”, precisó.
No obstante, el Papa comparó el actual estallido social en la región con hechos de décadas anteriores. “Se parece a la del 1974-1980, en Chile, Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay con Strössner, y creo también Bolivia… tenían la Operación Cóndor en aquel momento… Una situación en llamas, pero no sé si es un problema que se le parece o es otro, realmente no puedo hacer el análisis de eso en este momento”, señaló.
Consultado sobre las protestas en Hong Kong, el primer Papa latinoamericano enfatizó que no se trata de un problema puntual, sino de una realidad que se está repitiendo en varias partes del mundo. “No se trata sólo de Hong Kong. Piense en Chile, piense en Francia, la democrática Francia: un año de chalecos amarillos. Piense en Nicaragua, piense en otros países latinoamericanos que tienen problemas de ese tipo y también en algunos países europeos. Es algo general. ¿Qué hace la Santa Sede con esto? Llama al diálogo, a la paz”, manifestó.