Nuestra Señora del Carmen, Madre y Reina de Chile (S). Blanco
Gloria. Credo. Prefacio de la Virgen María II.
El nombre de Nuestra Señora del Carmen viene del Monte Carmelo (Palestina). A este monte se retiraba a rezar el profeta Elías. Desde siempre en el mismo lugar se reunían varios monjes a rezar y hacer penitencia teniendo una gran devoción a la Virgen Santísima. A finales del siglo XII e inicio del siglo XIII allí nace la Orden de los Carmelitas quienes consideran a la Virgen como patrona, madre y fundadora; se cuenta que el 16 de julio del año 1251 la Santísima Virgen se le apareció a Simón Stock (por entonces Superior general de los Carmelitas) prometiéndole una ayuda particular a quienes llevasen el Santo Escapulario con el deseo de convertirse y llevar una vida cristiana bien asumida. Por el año 1595, los agustinos trajeron la imagen de la Virgen, Nuestra Señora del Carmen, a Chile. La presentaron como modelo de la fe y de la misión que traían al País. Desde el año 1678 se la saca en procesión por el centro de Santiago, extendiéndose su devoción a todo el territorio nacional, quedando como sus principales lugares de peregrinaje el Santuario de Maipú y el de la Tirana (Iquique). El 24 de octubre del año 1923, el papa Pío XI la nombra Patrona de la República de Chile. Benedicto XVI regaló la imagen de la Virgen del Carmen misionera, para que visitara la zona demolida por el terremoto y tsunami del 27 de febrero del año 2009. Su devoción colaboró en mantener la fe en Chile y despertar la vocación a la santidad en el pueblo chileno, sobresaliendo entre otros Teresita de los Andes, Laurita Vicuña, Alberto Hurtado y Enrique Alvear. La Virgen Madre y Reina asiste al País en los peligros y en las necesidades, siendo considerada Estrella de la evangelización por la Iglesia chilena.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La liturgia de hoy nos presenta a María bajo la advocación del Carmen y nos recuerda un aspecto importante de María de Nazaret: su actitud contemplativa. Ella meditaba en su corazón todas las palabras y hechos de la vida de Jesús. Es un ejemplo permanente y muy actual en un mundo en que el ruido y la distracción no favorecen la vida de oración. María nos indica el camino para ello.
Guía: El pueblo ha vuelto a Dios, y Dios, a través del profeta Elías, le hace el don del agua. La liturgia aplica a María la visión de la “nubecilla” divisada desde el Carmelo, fuente de nueva vida para Israel y el mundo.
Lectura del primer libro de los Reyes.
Al tercer año, la palabra del Señor llegó a Elías, en estos términos: “Ve a presentarte a Ajab, y Yo enviaré lluvia a la superficie del suelo”. Entonces Elías partió para presentarse ante Ajab y le dijo: “Sube a comer y a beber, porque ya se percibe el ruido de la lluvia”. Ajab subió a comer y a beber, mientras Elías subía a la cumbre del Carmelo. Allí se postró en tierra, con el rostro entre las rodillas. Y dijo a su servidor: “Sube y mira hacia el mar”. Él subió, miró y dijo: “No hay nada”. Elías añadió: “Vuelve a hacerlo siete veces”. La séptima vez, el servidor dijo: “Se eleva del mar una nube, pequeña como la palma de una mano”. Elías dijo: “Ve a decir a Ajab: Engancha el carro y baja, para que la lluvia no te lo impida”. El cielo se oscureció cada vez más por las nubes y el viento, y empezó a llover copiosamente. Ajab subió a su carro y partió para Izreel. La mano del Señor se posó sobre Elías; él se ató el cinturón y corrió delante de Ajab hasta la entrada de Izreel.
Palabra de Dios.
R. En el Señor se encuentra la misericordia.
Desde lo más profundo te invoco, Señor, ¡Señor, oye mi voz!. Estén tus oídos atentos al clamor de mi plegaria. R.
Si tienes en cuenta las culpas, Señor, ¿quién podrá subsistir? Pero en ti se encuentra el perdón, para que seas temido. R.
Mi alma espera en el Señor, y yo confío en su palabra. Mi alma espera al Señor, más que el centinela la aurora. R.
Como el centinela espera la aurora, espere Israel al Señor, porque en Él se encuentra la misericordia y la redención en abundancia: Él redimirá a Israel de todos sus pecados. R.
Guía: El texto de Lucas nos presenta a María en otro momento estelar de la Historia de la Salvación: a la espera de la venida del Espíritu Santo, ella asiste, anima y ora con los Apóstoles en el Cenáculo.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia.
Hermanos: Cuando se cumplió el tiempo establecido, Dios envió a su Hijo, nacido de una mujer y sujeto a la Ley, para redimir a los que estaban sometidos a la Ley y hacernos hijos adoptivos. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abbá!, es decir, ¡Padre! Así, ya no eres más esclavo, sino hijo, y por lo tanto, heredero por la gracia de Dios.
Palabra de Dios.
Aleluya. ¡Bendita eres entre todas las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! Aleluya.
Guía: En Caná, María provoca el primer milagro de Jesús, en favor de una pareja modesta, y nos revela el secreto del obrar de Jesús: ”Hagan lo que él les diga”.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien Él amaba, Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo». Luego dijo al discípulo: «Aquí tienes a tu madre». Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Presentamos nuestras ofrendas con ánimos de peregrinos que van con Cristo hacia el Padre. María nos facilita el camino, con su entrega incondicional a Dios.
Preparación para la Comunión
Guía: La comunión con Cristo hoy se nos facilita si nos acercamos a recibirla con María, madre suya y nuestra.
DESPEDIDA
Guía: Los santos y las santas del Carmelo –Teresa de Ávila, Teresita de Lisieux, Teresa de Los Andes, Edith Stein y Juan de la Cruz y tantos otros– nos atestiguan que se puede ser todo de Cristo sin dejar de ser todo de los hermanos. Recojamos esta gran lección.