Motivación de entrada
La liturgia hace suyas, en esta celebración, las palabras del profeta Isaías: “Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. La insignia del poder está sobre sus hombros y se le llamará Consejero admirable” (Isaías 9, 6). Es toda una invitación a reflexionar y adorar.
Acto penitencial
Pedimos perdón hoy por no haber sabido reconocer la presencia de Jesús en los pobres, los humildes, los marginados de este mundo.
Oración colecta
Pedimos participar de la vida divina de Jesús que ha querido participar de la nuestra.
LECTURAS CICLOS A-B-C
Primera lectura: Isaías 52, 7-10.
Con estilo poético, el profeta anuncia el retorno de Dios en medio de su pueblo.
Segunda lectura: Hebreos 1, 1-6.
Dios, después de hablar a los hombres de muchas maneras por los profetas, ahora nos ha hablado por medio de su Hijo.
Evangelio: Juan 1, 1-18.
El evangelista Juan, divinamente inspirado, nos hace remontar en el misterio de Dios. Jesús es la palabra eterna del Padre que se hace hombre para salvarnos.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
En el día de Navidad, el ofertorio del pan y del vino cobra un significado particular, Dios se hace uno de nosotros en Belén, que significa “casa del pan”. Nos comprometemos a que no falte el pan en ningún hogar, por amor a Cristo.
Comunión
Comulguemos hoy con Jesús, palabra de Dios hecha carne, mientras pedimos que nuestra vida y la de nuestros hermanos de comunidad se transformen en una perenne Navidad.
Despedida
Dios se ha hecho hombre para que el hombre llegue a poseer la vida divina. Es la alegre noticia que debemos anunciar a todos en esta Navidad, con nuestra palabra y, sobre todo, con el testimonio de nuestra vida.