Hasta la capilla Reina Norte de Colina, llegó el obispo Celestino Aós para participar de la tradicional Fiesta de Cuasimodo que este año reunió a más de dos mil jinetes. Desde las siete de la mañana distintos sacerdotes se desplegaron por la comuna para llevar la comunión a los enfermos y adultos mayores.
“Siempre la eucaristía es luz y esperanza para nuestros ancianos y nuestros enfermos. Cuando uno llega a esas situaciones límites, cuando ya lo humano no tiene solución, Jesucristo está ahí. Por eso esta fiesta es tan importante para los enfermos, para los que sufren y para todo el pueblo cristiano”, dijo el Administrador Apostólico de Santiago, Monseñor Celestino, al comienzo del recorrido.
Tras la liturgia inicial, el obispo se subió a la carroza y por más de cinco horas acompañó a la procesión que llevaba el cuerpo de Cristo por las calles de la comuna de Colina.
“Como familia estamos muy emocionados, siempre habíamos visto y participado de cuasimodo pero siendo cuasimodistas. Este año, nos tocó acompañar a nuestro familiar enfermo quien ahora le tocó la otra parte, recibir la comunión. Estamos muy emocionados, más con la presencia de Don Celestino en nuestra propia casa. Agradecemos a él y a toda la gente de Colina por este enorme compromiso”, relató emocionada Sandra, luego de que la procesión visitará su hogar.
Por su parte Carolina Sánchez, fiel del sector, comentó lo que significa la fiesta de cuasimodo para las personas de Colina. “Esta es una tradición muy antigua, de tiempos de la Colonia, que aún se conversa. Para nosotros es un honor, un privilegio, tener este cuasimodo en Chile. Lo que uno siente cada domingo después de Pascua de Resurrección, es irrepetible”.
Para Juan Martínez, presidente de los cuasimodistas de Colina, esta gran fiesta se logra gracias al compromiso de todos. “Este es el cuasimodo más grande de Chile, tenemos aproximadamente a dos mil cuasimodistas que acompañaron a Cristo sacramentado y más de 150 enfermos que hemos visitado. Realmente estamos muy contentos, aquí toda la comunidad se pone con algo para esta actividad, desde la Municipalidad, Carabineros, la propia gente, etc”.
Esta es una de las tantas celebraciones de cuasimodo que se llevan a cabo en la Arquidiócesis de Santiago, el primer domingo después de Pascua de Resurrección.