San Ignacio de Antioquía, o. y mr (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Flp 3, 17-4, 1; Sal 33, 2-9; Jn 12-24, 26.
LECTURA Gál 5, 18-25
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Galacia. Hermanos: Si están animados por el Espíritu, ya no están sometidos a la Ley. Se sabe muy bien cuáles son las obras de la carne: fornicación, impureza y libertinaje, idolatría y superstición, enemistades y peleas, rivalidades y violencias, ambiciones y discordias, sectarismos, disensiones y envidias, ebriedades y orgías, y todos los excesos de esta naturaleza. Les vuelvo a repetir que los que hacen estas cosas no poseerán el Reino de Dios. Por el contrario, el fruto del Espíritu es: amor, alegría y paz, magnanimidad, afabilidad, bondad y confianza, mansedumbre y temperancia. Frente a estas cosas, la Ley está de más, porque los que pertenecen a Cristo Jesús han crucificado la carne con sus pasiones y sus malos deseos. Si vivimos animados por el Espíritu, dejémonos conducir también por Él. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo insistirá siempre con el tema de la libertad de Espíritu y la liberación del pecado. Es la lucha constante entre la fuerza de la carne versus la fuerza del espíritu. Para el Apóstol el instinto mata la libertad, conduce a la esclavitud y conlleva a una vida de pecado. Solo la vida en el Espíritu trae la paz al hombre y se traduce en alegría, bondad, confianza, etcétera.
SALMO Sal 1. 1-4. 6
R. El que sigue al Señor tendrá la luz de la vida.
¡Feliz el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los impíos, sino que se complace en la ley del Señor y la medita de día y de noche! R.
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que produce fruto a su debido tiempo, y cuyas hojas nunca se marchitan: todo lo que haga le saldrá bien. R.
No sucede así con los malvados: ellos son como paja que se lleva el viento. Porque el Señor cuida el camino de los justos, pero el camino de los malvados termina mal. R.
ALELUIA Jn 10, 27
Aleluia. «Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 11, 42-46
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas. Jesús dijo a los fariseos: «¡Ay de ustedes, fariseos, que pagan el impuesto de la menta, de la ruda y de todas las legumbres, y descuidan la justicia y el amor de Dios! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar el primer asiento en las sinagogas y ser saludados en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven y sobre los cuales se camina sin saber!» Un doctor de la Ley tomó entonces la palabra y dijo: «Maestro, cuando hablas así, nos insultas también a nosotros». Él le respondió: «¡Ay de ustedes también, porque imponen a los demás cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni siquiera con un dedo!». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús critica a los escribas o “juristas” porque se ufanan de ser los guardianes de la fe, pero solo imponen al pueblo pesadas cargas que ellos no están dispuestos a mover. No practicaban la justicia ni el amor al prójimo. Como el “Cura Gatica, que predica y no practica”. Nuestras propias palabras ¿reflejan aquello que somos? ¿Vivimos y decimos el mismo mensaje?