A través del desierto, Dios nos guía a la libertad es el título que inspira el Mensaje del Papa Francisco para la Cuaresma 2024, el que fue dado a conocer en Roma el pasado 1 de febrero. En este, el Pontífice sostiene que “hoy el pueblo de Dios lleva dentro de sí ataduras opresoras que debe decidirse a abandonar”, “ataduras opresoras” que paralizan e impiden soñar con un mundo distinto. Francisco expresó también que en la actualidad “el grito de tantos hermanos y hermanas oprimidos llega al cielo” y pregunta: “¿Nos llega también a nosotros? ¿Nos sacude? ¿Nos conmueve?”
El Obispo de Roma dijo que el camino cuaresmal será concreto si, al escuchar las preguntas “¿Dónde estás?” (Gn 3,9) y “¿Dónde está tu hermano?”, “confesamos que seguimos bajo el dominio del Faraón. Es un dominio que nos deja exhaustos y nos vuelve insensibles. Es un modelo de crecimiento que nos divide y nos roba el futuro; que ha contaminado la tierra, el aire y el agua, pero también las almas (…)”.
No obstante, El papa animó a acoger la Cuaresma “como el tiempo fuerte en el que la Palabra de Dios se dirige de nuevo a nosotros: «Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud» (Ex 20,2)”.
Y enfatizó a los católicos: “Dios no se cansa de nosotros”. Es tiempo de actuar, dice el papa y en Cuaresma “actuar es también detenerse. Detenerse en oración, para acoger la Palabra de Dios, y detenerse como el samaritano, ante el hermano herido”.
Puedes descargar el mensaje completo haciendo click aquí o pinchando en la imagen que acompaña a esta nota.