“La cultura del cuidado como camino de paz” es el tema escogido por el Papa Francisco para dar forma al mensaje con que se celebrará en todo el mundo la LIV Jornada Mundial de la Paz, el 1 de enero de 2021. El texto del Santo Padre aborda lo sucedido este año, en particular la crisis sanitaria provocada por el COVID-19 y sus consecuencias, para dar forma a un texto que reafirma su convicción de que debemos trabajar juntos para salir adelante.
“Los eventos que han marcado el camino de la humanidad en el último año, nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Por eso he elegido como tema de este mensaje: La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”, dice Francisco en la introducción de su mensaje.
En la presentación del texto participaron el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, prefecto del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, monseñor Bruno-Marie Duffé, secretario del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, Christine Jeangey, oficial del mismo dicasterio y Anne-Julie Kerheul, de la Segunda Sección de la Secretaría de Estado, quienes, en sus intervenciones, también destacaron la necesidad de impulsar y trabajar la cultura del cuidado que propone el Papa.
Por ejemplo, el cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson manifestó que “la cultura del cuidado permite a la humanidad levantarse de nuevo y caminar hacia una sociedad más justa y pacífica. Cuidar significa cuidar los sistemas/estructuras que dan valor. Por lo tanto, es la brújula para un curso común en el proceso de globalización: principios para la humanización de los sistemas e instituciones sociales, políticos y económicos”.
En su intervención, monseñor Bruno-Marie Duffé recalcó que la pandemia nos hizo descubrir la fragilidad de nuestros organismos físicos y sicológicos, pero también de las instituciones y políticas, provocando una crisis que ha afectado a todos los sectores por lo que es fundamental construir caminos de paz que sirvan para curar a la humanidad. “La “cultura del cuidado” se acerca y escucha las heridas y deseos de hombres, mujeres, niños y ancianos. Como Cristo mismo nos enseñó al acercarse al sufrimiento y llamarnos a vivir la verdad. La palabra y la práctica de “Cristo Cuidador”, “Príncipe de la Paz”, llama a los cuidadores y a todos los que trabajan por el respeto y la reconciliación, a renovarse constantemente en una actitud de verdad. Es con esta condición que la enfermedad de la violencia y la injusticia puede ser superada y curada, con la gracia de Dios”, expresó.
CONSTRUIR LA PAZ
En el mensaje, el Papa Francisco se dirige a los Jefes de Estado y de Gobierno, a los responsables de las Organizaciones internacionales, a los líderes espirituales y a los fieles de las diversas religiones, y a los hombres y mujeres de buena voluntad. A ellos les recuerda lo que escribió en su última encíclica, Fratelli tutti: “En muchas partes del mundo se necesitan caminos de paz que lleven a la curación de las heridas, se necesitan artesanos de la paz dispuestos a iniciar procesos de curación y de encuentro renovado con ingenio y audacia“.
A su modo de ver, el trabajo de médicos, enfermeros, farmacéuticos, investigadores, voluntarios, capellanes y personal de los hospitales y centros de salud, “nos enseña la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad. Por eso he elegido como tema de este mensaje: La cultura del cuidado como camino de paz. Cultura del cuidado para erradicar la cultura de la indiferencia, del rechazo y de la confrontación, que suele prevalecer hoy en día”.
El Pontífice invita, por tanto, a “los responsables de las organizaciones internacionales y de los gobiernos, del mundo económico y científico, de la comunicación social y de las instituciones educativas“, ante “el agravamiento de las desigualdades en el interior de las naciones y entre ellas“, a retomar la “brújula” de los principios de la doctrina social de la Iglesia, para dar al proceso de globalización un curso común y “verdaderamente humano“, como ya lo indicó en Fratelli tutti. “Esta permitiría apreciar el valor y la dignidad de cada persona, actuar juntos y en solidaridad por el bien común, aliviando a los que sufren a causa de la pobreza, la enfermedad, la esclavitud, la discriminación y los conflictos”.
“A través de esta brújula, animo a todos a convertirse en profetas y testigos de la cultura del cuidado, para superar tantas desigualdades sociales. Y esto será posible sólo con un fuerte y amplio protagonismo de las mujeres, en la familia y en todos los ámbitos sociales, políticos e institucionales”, añadió.
Por eso, la invitación de Francisco es a trabajar juntos para construir e incentivar una cultura del cuidado, que permita promover la paz y el desarrollo humano integral, así como la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación.
“Trabajemos todos juntos para avanzar hacia un nuevo horizonte de amor y paz, de fraternidad y solidaridad, de apoyo mutuo y acogida. No cedamos a la tentación de desinteresarnos de los demás, especialmente de los más débiles; no nos acostumbremos a desviar la mirada, sino comprometámonos cada día concretamente para formar una comunidad compuesta de hermanos que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros”, concluye en el mensaje que puedes descargar en este link.