Roma, 22 de noviembre de 2020
Solemnidad de Cristo, Rey del universo
A los Superiores/as de Circunscripciones y a los Hermanos y Hermanas de la Familia Paulina.
Muy queridas Hermanas y Hermanos de la Familia Paulina: Dentro de algunos días, con la celebración de la memoria del Beato Santiago Alberione, abriremos oficialmente el Año Bíblico, un evento que nos llena de alegría y de “sano orgullo”. En efecto, nos reconocemos herederos de la pasión tenaz de nuestro Fundador por la obra para la cual él siente que la Familia Paulina ha sido elegida:la difusión de la Palabra de Dios. El Año Bíblico es un don para acoger y vivir como oportunidad para un nuevo inicio, para una renovada conciencia que, generados por la Palabra, estamos llamados por vocación a convertirnos en Palabra, amándola, frecuentándola, porque «Quien lee el Libro Divino toma el lenguaje divino, habla el lenguaje divino, adquiere la eficacia divina» (AS, p. 143). Para esto, nos exhortamos recíprocamente a liberar aquella creatividad que viene del Espíritu, para que a través de nosotros la Palabra corra, también en este tiempo tan difícil, y alcance el corazón de muchas personas, llevando gracia y consuelo.Estamos haciendo juntos un camino de verdadera Familia, y el Año Bíblico puede ayudarnos a potenciar la misión común compartiendo –también a través del sitio dedicado a este evento –ideas, textos, iniciativas. Un compartir que nos abrirá al estupor al constatar cómo la Palabra se hace carne en las diversas realidades y culturas, alimentando el deseo y el empeño de vivirla y comunicarla. Será muy hermoso dar inicio al Año Bíblico el 26 de noviembre, celebrándolo juntos como Familia Paulina: de manera presencial donde es posible; conectándose a las redes, si la presencialidad está impedida por las restricciones de la pandemia en acto. Este Año especial es también una preciosa oportunidad para reavivar el espíritu paulino y el amor a la Palabra al interior de nuestras comunidades. En esto seremos ayudados por las propuestas e iniciativas programadas por la Comisión Central y las Comisiones locales.
Además, el Año Bíblico es para nosotros un tiempo de gracia que nos permite prepararnos, en la gratitud y la alabanza, al 50º aniversario del nacimiento al cielo del P. Alberione (1971-2021). La Familia Paulina ha recibido del Señor abundantes riquezas de gracia a través del Beato Alberione. Esta conciencia nos impulsa hoy a desear que los restos mortales de nuestro amado Fundador sean expuestos de manera permanente a la veneración del pueblo de Dios. Por eso hemos iniciado las gestiones para el traslado de su cuerpo desde la Sub-cripta al Santuario Regina Apostolorum, en Roma, de lo cual les daremos informaciones puntuales.
«¿Qué es la Sagrada Escritura para nosotros? Para nosotros es la fuente de todo», decía el P. Alberione en el lejano 1933. El augurio que recíprocamente nos hacemos en este “nuevo inicio” marcado por el Año Bíblico, es el de poder juntos sacar agua de este manantial para calmar la sed, junto a nuestros compañeros de viaje, con el agua viva, que brotará hasta la Vida eterna.
En comunión.
P. Valdir José De Castro, ssp, Superior general.
Hna. Micaela Monetti, pddm, Superiora general.
Hna. Marina Beretti, ap, Superiora general.
Hna. Anna Caiazza, fsp, Superiora general.
Hna. Aminta Sarmiento Puentes, sjbp, Superiora general.