Martirio de san Juan Bautista (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Jer 1, 17-19; Sal 70, 1-6. 15. 17; Mc 6, 17-29.
Reseña
La fecha de la fiesta del Martirio de san Juan Bautista aparece ya en el siglo VI en el Martirologio Romano, y corresponde al segundo hallazgo de la cabeza del santo, que en esa ocasión se trasladó a la Iglesia de san Silvestre en Roma. A parte de estas referencias históricas, tenemos las narraciones de los evangelistas: san Lucas habla de su nacimiento, vida y predicación en el desierto, y san Marcos narra su martirio. Hacia el año 27 o 28 antes de Cristo, Juan está en el desierto, donde lleva una vida austera según las reglas de los nazarenos, e inicia su misión de precursor invitando al pueblo a preparar los caminos al Mesías mediante la conversión sincera. Se dirige a todas las clases sociales, suscitando el entusiasmo del pueblo y el rechazo de los fariseos, a quienes les echa en cara su hipocresía. Algunos empiezan a decir que podía ser el Mesías esperado, pero él lo niega rotundamente, declarando la superioridad del Enviado y no considerándose digno ni siquiera de desatarle las sandalias. Cuando Jesús se le acerca para que lo bautice, se lo señala a sus discípulos: “Ése es Cordero de Dios que quita el pecado del mundo”. “Ahora mi alegría es completa; él debe crecer y yo disminuir”. De hecho, luego sus mejores discípulos se van con Jesús. Y “el más grande los profetas” se eclipsa frente a Cristo, Sol de justicia, y sella su misión de precursor encarcelado y decapitado a causa de la instigación de Herodías, que lo odiaba por haber cuestionado su matrimonio adúltero con el tetrarca Herodes, hermano de su marido Felipe. Así, en silencio, da la vida por su misión el último profeta y primer apóstol. Era el año 31.
LECTURA 1Tes 3, 7-13
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Tesalónica.
Hermanos: A pesar de las angustias y contrariedades, nos sentimos reconfortados por ustedes, al comprobar su fe. Sí, ahora volvemos a vivir, sabiendo que ustedes permanecen firmes en el Señor. ¿Cómo podremos dar gracias a Dios por ustedes, por todo el gozo que nos hacen sentir en la presencia de nuestro Dios? Día y noche, le pedimos con insistencia que podamos verlos de nuevo personalmente, para completar lo que todavía falta a su fe. Que el mismo Dios, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesucristo, nos allanen el camino para ir allí. Que el Señor los haga crecer cada vez más en el amor mutuo y hacia todos los demás, semejante al que nosotros tenemos por ustedes. Que Él fortalezca sus corazones en la santidad y los haga irreprochables delante de Dios, nuestro Padre, el día de la Venida del Señor Jesús con todos sus santos. Amén.
Palabra de Dios.
Comentario: Vale aquí la expresión de san Francisco de Asís “porque dando se recibe”. Por la fe de los tesalonicenses Pablo se siente estimulado y, como retroalimentación, siente también el deseo de poder completar lo que aún falta en aquella comunidad. San Pablo y sus comunidades son un reto para que vivamos la fe y el amor cristiano pleno.
R. ¡Sácianos con tu amor, Señor, y cantaremos felices!
Tú haces que los hombres vuelvan al polvo, con sólo decirles: «Vuelvan, seres humanos». Porque mil años son ante tus ojos como el día de ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche. R.
Enséñanos a calcular nuestros años, para que nuestro corazón alcance la sabiduría. ¡Vuélvete, Señor! ¿Hasta cuándo…? Ten compasión de tus servidores. R.
Sácianos en seguida con tu amor, y cantaremos felices toda nuestra vida. Que descienda hasta nosotros la bondad del Señor; que el Señor, nuestro Dios, haga prosperar la obra de nuestras manos. R.
ALELUYA Mt 24, 42. 44
Aleluya. Estén prevenidos, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. Aleluya.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús habló diciendo: Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. ¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor que piensa: “Mi señor tardará”, y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Palabra del Señor.
Comentario: No podemos dormirnos en nuestros laureles, ni caer en la despreocupación de nuestras actividades familiares, laborales y eclesiales. En cualquier momento el Señor regresa y espera encontrarnos ocupados. Estas tareas que da Jesús, no tienen nada que ver con la angustiante sobrecarga laboral.