Leccionario Santoral: Rom 12, 3-13; Sal 88, 2-5. 21-22. 25. 27; Jn 10, 11-16.
Semana 31a durante el año – Semana III del Salterio.
LECTURA Rom 11, 29-36
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Los dones y el llamado de Dios son irrevocables. En efecto, ustedes antes desobedecieron a Dios, pero ahora, a causa de la desobediencia de ellos, han alcanzado misericordia. De la misma manera, ahora que ustedes han alcanzado misericordia, ellos se niegan a obedecer a Dios. Pero esto es para que ahora ellos también alcancen misericordia. Porque Dios sometió a todos a la desobediencia, para tener misericordia de todos. ¡Qué profunda y llena de riqueza es la sabiduría y la ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus designios y qué incomprensibles sus caminos! “¿Quién penetró en el pensamiento del Señor? ¿Quién fue su consejero? ¿Quién le dio algo, para que tenga derecho a ser retribuido?”. Porque todo viene de Él, ha sido hecho por Él, y es para Él. ¡A Él sea la gloria eternamente! Amén. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo reconoce el fracaso del judaísmo, pero al mismo tiempo cree y mira con esperanza el futuro. Piensa que algún día el judaísmo dejará de sentirse como una “casta elegida” y aceptará el mensaje de Jesús. Lamentablemente, lo que nunca ha entendido el judaísmo es que comparte una misma fe con el cristianismo, que reconoce toda la fe vivida en el Antiguo Testamento pero que no acepta el monopolio de una misma fe.
SALMO Sal 68, 30-31. 33-34. 36-37
R. ¡Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor!
Yo soy un pobre desdichado, Dios mío, que tu ayuda me proteja: así alabaré con cantos el Nombre de Dios, y proclamaré su grandeza dando gracias. R.
Que lo vean los humildes y se alegren, que vivan los que buscan al Señor: porque el Señor escucha a los pobres y no desprecia a sus cautivos. R.
Porque el Señor salvará a Sión y volverá a edificar las ciudades de Judá: el linaje de sus servidores la tendrá como herencia, y los que aman su Nombre morarán en ella. R.
ALELUIA Jn 8, 31-32
Aleluia. «Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos y conocerán la verdad», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 14, 1. 12-14
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!». Palabra del Señor.
Comentario: En el Reino de Dios nadie tiene privilegios ni tiene asegurados los primeros puestos. Los primeros lugares los ocupan quienes hayan renunciado a la manera humana de pensar y se hayan dado en el servicio a los demás. Hace un tiempo, el papa Francisco “nos sorprendió” cuando invitó en el Vaticano a un concierto a personas pobres, inmigrantes y refugiados.