IV de Pascua. Blanco. San Jorge, mr. (ML). Rojo. San Adalberto, o. y mr. (ML). Rojo.
Prefacio de Pascua.
LECTURA Hech 11, 1-18
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Los Apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los paganos habían recibido la Palabra de Dios. Y cuando Pedro regresó a Jerusalén, los creyentes de origen judío lo interpelaron, diciéndole: “¿Cómo entraste en la casa de gente no judía y comiste con ellos?”. Pedro comenzó a contarles detalladamente lo que había sucedido: “Yo estaba orando en la ciudad de Jope, cuando caí en éxtasis y tuve una visión. Vi que bajaba del cielo algo parecido a un gran mantel, sostenido de sus cuatro puntas, que vino hasta mí. Lo miré atentamente y vi que había en él cuadrúpedos, animales salvajes, reptiles y aves. Y oí una voz que me dijo: ‘Vamos, Pedro, mata y come’. ‘De ninguna manera, Señor, respondí, yo nunca he comido nada manchado ni impuro’. Por segunda vez, oí la voz del cielo que me dijo: ‘No consideres manchado lo que Dios purificó’. Esto se repitió tres veces, y luego, todo fue llevado otra vez al cielo. En ese momento, se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres que habían sido enviados desde Cesarea para buscarme. El Espíritu Santo me ordenó que fuera con ellos sin dudar. Me acompañaron también los seis hermanos aquí presentes y llegamos a la casa de aquel hombre. Éste nos contó en qué forma se le había aparecido un ángel, diciéndole: ‘Envía a alguien a Jope, a buscar a Simón, llamado Pedro. Él te anunciará un mensaje de salvación para ti y para toda tu familia’. Apenas comencé a hablar, el Espíritu Santo descendió sobre, ellos, como lo hizo al principio sobre nosotros. Me acordé entonces de la Palabra del Señor: ‘Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados en el Espíritu Santo’. Por lo tanto, si Dios les dio a ellos la misma gracia que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿cómo podía yo oponerme a Dios?”. Después de escuchar estas palabras, se tranquilizaron y alabaron a Dios, diciendo: “También a los paganos ha concedido Dios el don de la conversión que conduce a la Vida”. Palabra de Dios.
Comentario: Los judíos han entendido por las palabras de Pedro, que la acción de Dios y la penitencia en orden a la vida, ya no es solo un privilegio de ellos, sino también para los gentiles o paganos. A la Iglesia le compete solucionar los nuevos cuestionamientos por medio del diálogo en los sínodos, asambleas y jornadas de discernimiento pastoral.
SALMO Sal 41, 2-3; 42, 3-4
R. ¡Mi alma tiene sed de ti, Dios viviente!
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua, así mi alma suspira por ti, mi Dios. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente: ¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios? R.
Envíame tu luz y tu verdad: que ellas me encaminen y me guíen a tu santa montaña, hasta el lugar donde habitas. R.
Y llegaré al altar de Dios, el Dios que es la alegría de mi vida; y te daré gracias con la cítara, Señor, Dios mío. R.
ALELUIA Jn 10, 14
Aleluia. “Yo soy el buen pastor: conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Jn 10,1-10
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Jesús dijo a los fariseos: «Les aseguro que el que no entra por la puerta en el corral de ovejas, sino trepando por otro lado, es un ladrón y un asaltante. El que entra por la puerta es el pastor de las ovejas. El guardián le abre y las ovejas escuchan su voz. Él llama a cada una por nombre y las hace salir. Cuando ha sacado a todas las suyas, delante de ellas y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz. Nunca seguirán a un extraño, sino que huirán de él, porque no conocen su voz». Jesús les hizo esta comparación, pero ellos no comprendieron lo que les quería decir. Entonces Jesús prosiguió: «Les aseguro que Yo soy la puerta de las ovejas. Todos aquéllos que han venido antes de mí son ladrones y asaltantes, pero las ovejas no los han escuchado. Yo soy la puerta. El que entra por mí se salvará; podrá entrar y salir, y encontrará su alimento. El ladrón no viene sino para robar, matar y destruir. Pero yo he venido para que las ovejas tengan vida, y la tengan en abundancia. Palabra del Señor.
Comentario: Los fariseos no han sabido plasmar las enseñanzas de la Palabra de Dios y que estas incidan en sus inter-locutores. Por eso Jesús les cuestiona su autoridad y lo que dicen. Son falsos guías espirituales, pues como “buenos eruditos” de la Ley solo predican lo aprendido en libros, dejando a Dios de lado.