LECTURA Apoc 10, 8-11
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, oí la voz que me habló nuevamente desde el cielo, diciéndome: «Ve a tomar el pequeño libro que tiene abierto en la mano el Ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra». Yo corrí hacia el Ángel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me respondió: «Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será dulce como la miel». Yo tomé el pequeño libro de la mano del Ángel y lo comí: en mi boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo, se volvió amargo en mi estómago. Entonces se me dijo: «Es necesario que profetices nuevamente acerca de una multitud de pueblos, de naciones, de lenguas y de reyes». Palabra de Dios.
Comentario: El mensaje que el “enviado” de Dios entrega al Profeta está contenido en un libro. Lo dulce y lo amargo hace alusión a que el “anuncio” del evangelio puede parecer romántico o grato, pero al momento de tomarlo en serio y siendo coherentes causa situaciones de mucha amargura, pues la auténtica denuncia profética trae molestias en el ámbito social, público, económico y político.
SALMO Sal 118, 14. 24. 72. 103. 111. 131
R. ¡Dulce es tu palabra para mi boca, Señor!
Me alegro de cumplir tus prescripciones, más que de todas las riquezas. Porque tus prescripciones son todo mi deleite, y tus preceptos, mis consejeros. R.
Para mí vale más la ley de tus labios que todo el oro y la plata. ¡Qué dulce es tu palabra para mi boca, es más dulce que la miel! R.
Tus prescripciones son mi herencia para siempre, porque alegran mi corazón. Abro mi boca y aspiro hondamente, porque anhelo tus mandamientos. R.
ALELUIA Jn 10, 27
Aleluia. «Mis ovejas escuchan mi voz, Yo las conozco y ellas me siguen», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 19, 45-48
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: «Está escrito: “Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones”». Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras. Palabra del Señor.
Comentario: Jesús concibe el Templo como la “casa de Dios”, lugar de encuentro con el Padre, y decide purificarlo expulsando a los cambistas y comerciantes. Su actitud no es comprendida por las autoridades religiosas y lo ven como una amenaza. Sin embargo, él no está en contra del Templo, simplemente quiere que este se utilice para lo que es, “hogar de oración”, y no para otra cosa.
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“El sacerdote que preside la celebración dice: ‘levantemos el corazón’. No dice: «¡Levantemos nuestro móviles para hacer una fotografía!». ¡No, es algo feo! Y les digo que a mí me da mucha pena cuando celebro aquí en la plaza o en la basílica y veo muchos teléfonos levantados, no solo de los fieles, también de algunos sacerdotes y también obispos. ¡Pero por favor! La misa no es un espectáculo: es ir a encontrar la pasión y la resurrección del Señor” (Francisco, Audiencia General 8.11. 2017).
Durante este tiempo de pandemia, nuestros computadores, celulares, tablets se han convertido en templos también, al participar en las misas diarias por zoom u otros sistemas. Nos hemos constituido en una comunidad virtual, que trasciende la parroquia. Gracias, Señor, por tu inspiración que nos ha llevado a ser creativos y creativas, a compartir tu Palabra, a orar en comunidad
Lo buscaban para matarlo,pero el pueblo estaba pendiente de sus palabras.