Leccionario Santoral: Hech 26, 1. 19-23; Sal 116,1-2; Jn 10, 11-16.
LECTURA Tob 12, 1. 5-15. 20
Lectura del libro de Tobías.
Tobit llamó a su hijo Tobías y le dijo: «Hijo mío, ya es hora de pagarle lo convenido a tu compañero, agregando incluso algo más». Tobías llamó a su compañero y le dijo: «Toma en pago la mitad de lo que has traído, y vete en paz». Entonces Rafael llamó aparte a los dos y les dijo: «Bendigan a Dios, y celébrenlo delante de todos los vivientes por los bienes que él les ha concedido, para que todos bendigan y alaben su Nombre. Hagan conocer debidamente a todos los hombres las obras de Dios y nunca dejen de celebrarlo. Es bueno mantener oculto el secreto del rey, pero las obras de Dios hay que revelarlas y publicarlas como es debido. Practiquen el bien, y así el mal nunca los dañará. La oración con el ayuno y la limosna con la justicia valen más que la riqueza con la iniquidad. Vale más hacer limosna que amontonar oro. La limosna libra de la muerte y purifica de todo pecado. Los que dan limosna gozarán de una larga vida. Los que pecan y practican la injusticia son enemigos de su propia vida. Voy a decirles toda la verdad, sin ocultarles nada. Ya les dije que es bueno mantener oculto el secreto del rey y revelar dignamente las obras de Dios. Cuando tú y Sara hacían oración, era yo el que presentaba el memorial de sus peticiones delante de la gloria del Señor; y lo mismo cuando tú enterrabas a los muertos. Cuando no dudabas en levantarte de la mesa, dejando la comida para ir a sepultar un cadáver, yo fui enviado para ponerte a prueba. Pero Dios también me envió para sanarte a ti y a tu nuera Sara. Yo soy Rafael, uno de los siete ángeles que están delante de la gloria del Señor y tienen acceso a su presencia. Por eso, bendigan al Señor sobre la tierra y celebren a Dios. Ahora subo a Aquél que me envió. Pongan por escrito todo lo que les ha sucedido». Y en seguida se elevó. Palabra de Dios.
Comentario: El ángel Rafael se da a conocer como el enviado de Dios, que acompañó a Tobías en sus tribulaciones. Es el desenlace que nos enseña a enfrentar, con fe, las dificultades de la vida cotidiana.
SALMO Tob 13, 2. 7-8
R. ¡Bendito sea Dios, que vive eternamente!
Él castiga y tiene compasión, hace bajar hasta el Abismo y hace subir de la gran Perdición, sin que nadie escape de su mano. R.
Miren lo que ha hecho con ustedes y celébrenlo en alta voz. Bendigan al Señor de la justicia y glorifiquen al Rey de los siglos. R.
Yo lo celebro en el país del destierro, y manifiesto su fuerza y su grandeza a un pueblo pecador. Glorifiquen al Rey de los siglos. R.
¡Conviértanse, pecadores, y practiquen la justicia en su presencia! ¡Quién sabe si él no les será favorable y tendrá misericordia de ustedes! R.
ALELUIA Mt 5, 3
Aleluia. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluia.
EVANGELIO Mc 12, 38-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús enseñaba a la multitud: «Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad». Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre. Entonces él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir». Palabra del Señor.
Comentario: La cantidad no tiene el mismo valor de la calidad. Jesús valora la actitud que tiene la viuda al entregar su limosna. No es lo que se da, sino cómo se da.