LECTURA Dn 7, 9-10. 13-14
Lectura de la profecía de Daniel.
Daniel continuó el relato de sus visiones, diciendo: “Yo estuve mirando hasta que fueron colocados unos tronos y un Anciano se sentó. Su vestidura era blanca como la nieve y los cabellos de su cabeza como la lana pura; su trono, llamas de fuego, con ruedas de fuego ardiente. Un río de fuego brotaba y corría delante de Él. Miles de millares lo servían, y centenares de miles estaban de pie en su presencia. El tribunal se sentó y fueron abiertos unos libros. Yo estaba mirando, en las visiones nocturnas, y vi que venía sobre las nubes del cielo como un Hijo de hombre; Él avanzó hacia el Anciano y lo hicieron acercar hasta Él. Y le fue dado el dominio, la gloria y el reino, y lo sirvieron todos los pueblos, naciones y lenguas. Su dominio es un dominio eterno que no pasará, y su reino no será destruido”. Palabra de Dios.
Comentario: Daniel no termina su visión únicamente con la descripción de la cuarta bestia y su acción perversa. También describe la presencia de un anciano, un trono y un ser misterioso “Hijo de hombre”. Estos elementos sintetizan el escenario de un juicio cuyo tribunal está conformado por el Altísimo o juez y la historia con sus protagonistas. Su mensaje esperanzador manifiesta el desmoronamiento de todo poder como enemigo de Dios y la implantación del proyecto divino.
O bien: Apoc 12, 7-12.
SALMO 137, 1-5
R. ¡Te cantaré en presencia de los ángeles, Señor!
Te doy gracias, Señor, de todo corazón, porque has oído las palabras de mi boca. Te cantaré en presencia de los ángeles. Y me postraré ante tu santo Templo. R.
Daré gracias a tu Nombre por tu amor y tu fidelidad, me respondiste cada vez que te invoqué y aumentaste la fuerza de mi alma. R.
Que los reyes de la tierra te bendigan al oír las palabras de tu boca, y canten los designios del Señor, porque la gloria del Señor es grande. R.
ALELUIA Sal 102, 21
Aleluia ¡bendigan al Señor, todos los ejércitos, sus servidores, los que cumplen su voluntad! Aleluia.
EVANGELIO Jn 1, 47-51
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Al ver llegar a Natanael, Jesús dijo: «Este es un verdadero israelita, un hombre sin doblez». «¿De dónde me conoces?», le preguntó Natanael. Jesús le respondió: «Yo te vi antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera». Natanael le respondió: «Maestro, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel». Jesús continuó: «Porque te dije: “Te vi debajo de la higuera”, crees. Verás cosas más grandes todavía». Y agregó: «Les aseguro que verán el cielo abierto, y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús denomina a Natanael como un “verdadero israelita”, es decir, uno que vive la Alianza con Dios y confía en sus promesas. Esta declaración permite que Natanael reconozca en Jesús que es el Maestro, el Hijo de Dios y el Rey de Israel. En efecto, todos estos títulos son producto de una fe y encuentro con Alguien que ha conmovido el corazón de Natanael. Por eso la fe en Jesús no puede confinarse, porque al tenerla esta contagia, entusiasma y se consolida con la fuerza y gracia del encuentro con quien lo ha llamado.
3 Comments
Gloria a Ti Señor Jesús…
Muchas gracias por difundir la Palabra de Dios…. y ponerla al alcance de todos….
Gracias a ti.