Leccionario Santoral: Ef 4, 1-7. 11-13; Sal 1, 1-4. 6; Jn 17, 1. 20-26.
Prefacio de los Mártires.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a Tito.
Querido hermano: Debes enseñar todo lo que es conforme a la sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, dignos, moderados, íntegros en la fe, en el amor y en la constancia. Que las mujeres de edad se comporten como corresponde a personas santas. No deben ser murmuradoras, ni entregarse a la bebida. Que por medio de buenos consejos, enseñen a las jóvenes a amar a su marido y a sus hijos, a ser modestas, castas, mujeres de su casa, buenas y respetuosas con su marido. Así la Palabra de Dios no será objeto de blasfemia. Exhorta también a los jóvenes a ser moderados en todo, dándoles tú mismo ejemplo de buena conducta. Porque la gracia de Dios, que es fuente de salvación para todos los hombres, se ha manifestado. Ella nos enseña a rechazar. la impiedad y los deseos mundanos, para vivir en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la Manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y Salvador, Cristo Jesús. Él se entregó por nosotros, a fin de librarnos de toda iniquidad, purificarnos y crear para sí un Pueblo elegido y lleno de celo en la práctica del bien. Palabra de Dios.
Comentario: Tito se dirige a su comunidad como a una familia y pide a los ancianos salud en la fe, en el amor y la esperanza; a los jóvenes, que tengan juicio, como también la recomendación de un mejor vínculo entre los esclavos y sus amos. Además, plantea que el cristiano, al recibir la gracia, pasa a vivir los valores adecuados, el abandono de la impiedad y la vivencia de la justicia.
R. La salvación de los justos viene del Señor.
Confía en el Señor y practica el bien; habita en la tierra y vive tranquilo: que el Señor sea tu único deleite, y Él colmará los deseos de tu corazón. R.
El Señor se preocupa de los buenos, y su herencia permanecerá para siempre. El Señor asegura los pasos del hombre en cuyo camino se complace. R.
Aléjate del mal, practica el bien, y siempre tendrás una morada, pero los justos poseerán la tierra y habitarán en ella para siempre. R.
Aleluia. «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Supongamos que uno de ustedes tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: «Ven pronto y siéntate a la mesa»? ¿No le dirá más bien: «Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, y tú comerás y beberás después»? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que se le mandó? Así también ustedes, cuando hayan hecho todo lo que se les mande, digan: «Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús intenta explicar a los Apóstoles que el estar al servicio del Reino de Dios no debe entenderse en términos de privilegio y poder, porque quien lo sigue y es su discípulo asume el compromiso de dar continuidad a su acción mesiánica en todo contexto, tiempo y lugar.