Lectura de la carta de Santiago.
Ustedes, los que ahora dicen: «Hoy o mañana iremos a tal ciudad y nos quedaremos allí todo el año, haremos negocio y ganaremos dinero», ¿saben acaso qué les pasará mañana? Porque su vida es como el humo, que aparece un momento y luego se disipa. Digan más bien: «Si Dios quiere, viviremos y haremos esto o aquello». Ustedes, en cambio, se glorían presuntuosamente, y esa jactancia es mala. Palabra de Dios.
Comentario: El Apóstol denuncia sin ambigüedades la actitud mercantil y soberbia de sus comunidades, que fijan su vida únicamente en obtener réditos y lucro, situación que atenta en su relación con Dios, puesto que el vivir en su presencia exige coherencia de vida. Por eso es necesario recuperar la confianza en la gratuidad divina, sin que eso signifique pasividad o providencialismo.
R. ¡Felices los que tienen alma de pobres!
Oigan esto, todos los pueblos; escuchen, todos los habitantes del mundo: tanto los humildes como los poderosos, el rico lo mismo que el pobre. R.
¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro, cuando me rodea la maldad de mis opresores, de ésos que confían en sus riquezas y se jactan de su gran fortuna? R.
No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación, para poder seguir viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro. R.
El precio de su rescate es demasiado caro, y todos desaparecerán para siempre. Cualquiera ve que mueren los sabios; necios e ignorantes perecen por igual, y dejan a otros sus riquezas. R.
Aleluia. «Yo soy el Camino, y la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Juan le dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros». Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí. Y el que no está contra nosotros, está con nosotros». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús descalifica los celos misioneros de san Juan, ya que los discípulos constituyen su grupo más cercano; pero otra cosa es que se consideren los depositarios exclusivos del anuncio del Reino. Jesús afirma que aquel que es servidor desinteresado de los demás, trabaja para el bien del prójimo y la liberación de los demás, ese ya es su discípulo.
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Gloria a Ti Señor Jesús…