Leccionario Santoral: Sab 3, 1-9; (o bien: Rom 8, 31-39); Sal 125, 1-6; Lc 9, 23-26.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Aunque espero ir a verte pronto, te escribo estas cosas por si me atraso. Así sabrás cómo comportarte en la casa de Dios, es decir, en la Iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad. En efecto, es realmente grande el misterio de la fe: Él se manifestó en la carne, fue justificado en el Espíritu, contemplado por los ángeles, proclamado a los paganos, creído en el mundo y elevado a la gloria. Palabra de Dios.
Comentario: Timoteo como líder de la comunidad es invitado a ser fiel a Dios y a asumir con responsabilidad sus quehaceres apostólicos. Así, la “casa de Dios” ha de ser custodiada, porque Dios habita en ella. Pero también ésta “casa de Dios” es columna y fundamento de la verdad llamada para anunciar a Jesucristo como “salvador”.
R. ¡Grandes son las obras del Señor!
Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos. Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas. R.
Su obra es esplendor y majestad, su justicia permanece para siempre. Él hizo portentos memorables, el Señor es bondadoso y compasivo. R.
Proveyó de alimento a sus fieles y se acuerda eternamente de su alianza. Manifestó a su pueblo el poder de sus obras, dándole la herencia de las naciones. R.
Aleluia. Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida; Tú tienes palabras de Vida eterna. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Dijo el Señor: ¿Con quién puedo comparar a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos muchachos que están sentados en la plaza y se dicen entre ellos: ¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron! Porque llegó Juan el Bautista, que no come pan ni bebe vino, y ustedes dicen: « ¡Tiene un demonio! » Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: « ¡Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores! » Pero la Sabiduría ha sido reconocida como justa por todos sus hijos. Palabra del Señor.
Comentario: Jesús es rechazado porque recibe a los pecadores y no practica el ayuno. Esa forma de actuar se asemeja al capricho de los niños, pues estos cuando quieren y piden algo con insistencia, al rato se aburren y lo dejan. Así pasaba con los paisanos de Jesús y también hoy: corremos el peligro de afirmar nuestros propios proyectos y deseos por sobre el plan salvador de Dios revelado en Jesús y lamentablemente, nunca nada nos parece bien.
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Gloria a Ti Señor Jesús…