Leccionario Santoral: Ef 4, 1-7. 11-13; Sal 39, 2. 4. 7-10; Mc 4, 1-10. 13-20.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Colosas.
Hermanos: Como elegidos de Dios, sus santos y amados, revístanse de sentimientos de profunda compasión. Practiquen la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia. Sopórtense los unos a los otros, y perdónense mutuamente siempre que alguien tenga motivo de queja contra otro. El Señor los ha perdonado: hagan ustedes lo mismo. Sobre todo, revístanse del amor, que es el vínculo de la perfección. Que la paz de Cristo reine en sus corazones: esa paz a la que han sido llamados, porque formamos un solo Cuerpo. Y vivan en la acción de gracias. Que la Palabra de Cristo habite en ustedes con toda su riqueza. Instrúyanse en la verdadera sabiduría, corrigiéndose los unos a los otros. Canten a Dios con gratitud y de todo corazón salmos, himnos y cantos inspirados. Todo lo que puedan decir o realizar, háganlo siempre en Nombre del Señor Jesús, dando gracias por Él a Dios Padre. Palabra de Dios.
Comentario: La comunidad es motivada para practicar la caridad cristiana a cabalidad, ya que el pecado destruye las relaciones mutuas y condiciona el crecimiento hacia el “hombre nuevo”. Por el contrario, hay que revestirse de la nueva condición, es decir, de Cristo. Hay que entrar en el dinamismo de una nueva creación en la que el hombre se renueve a “imagen de su Creador”.
R. ¡Que todos los vivientes alaben al Señor!
Alaben a Dios en su Santuario, alábenlo en su poderoso firmamento; alábenlo por sus grandes proezas, alábenlo por su inmensa grandeza. R.
Alábenlo con toques de trompeta, alábenlo con el arpa y la cítara; alábenlo con tambores y danzas, alábenlo con laúdes y flautas. R.
Alábenlo con platillos sonoros, alábenlo con platillos vibrantes. ¡Que todos los seres vivientes alaben al Señor! R.
Aleluia. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús dijo a sus discípulos: Yo les digo a ustedes que me escuchan: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian. Bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los difaman. Al que te pegue en una mejilla, preséntale también la otra; al que te quite el manto, no le niegues la túnica. Dale a todo el que te pida, y al que tome lo tuyo no se lo reclames. Hagan por los demás lo que quieren que los hombres hagan por ustedes. Si aman a aquéllos que los aman, ¿qué mérito tienen? Porque hasta los pecadores aman a aquéllos que los aman. Si hacen el bien a aquéllos que se lo hacen a ustedes, ¿qué mérito tienen? Eso lo hacen también los pecadores. Y si prestan a aquéllos de quienes esperan recibir, ¿qué mérito tienen? También los pecadores prestan a los pecadores, para recibir de ellos lo mismo. Amen a sus enemigos, hagan el bien y presten sin esperar nada en cambio. Entonces la recompensa de ustedes será grande y serán hijos del Altísimo, porque Él es bueno con los desagradecidos y los malos. Sean misericordiosos, como el Padre de ustedes es misericordioso. Palabra del Señor.
Comentario: Es muy común hoy, amar a quienes nos aman; hacer el bien a quienes nos lo hacen y prestar a quienes sabemos nos lo van a devolver. Sin duda, es una conducta muy razonada o calculadora, pero que no compromete a nada. Si verdaderamente somos creyentes ¿qué es lo que nos distingue de los que no tienen fe? Jesús nos pide algo más: “amar al prójimo, hacer el bien y prestar sin esperar recompensa, pues eso es lo que hace Dios con nosotros, que nos ama primero para que nosotros le amemos.
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Gloria y honor a ti Señor Jesús… 🙏💚✝️🇨🇱🙋🏻♂️
GLORIA A TI SEÑOR JESÚS…