Prefacio de pastores. Día de los Enamorados.
Leccionario Santoral: Hech 13, 46-49; Sal 116, 1-2; Lc 10, 1-9.
Lectura del libro del Génesis.
Después que el Señor Dios expulsó al hombre del jardín de Edén, el hombre se unió a Eva, su mujer, y ella concibió y dio a luz a Caín. Entonces dijo: “He procreado un varón, con la ayuda del Señor”. Más tarde dio a luz a Abel, el hermano de Caín. Abel fue pastor de ovejas y Caín agricultor. Al cabo de un tiempo, Caín presentó como ofrenda al Señor algunos frutos del suelo, mientras que Abel le ofreció las primicias y lo mejor de su rebaño. El Señor miró con agrado a Abel y su ofrenda, pero no miró a Caín ni su ofrenda. Caín se mostró muy resentido y agachó la cabeza. El Señor le dijo: “¿Por qué estás resentido y tienes la cabeza baja? Si obras bien podrás mantenerla erguida; si obras mal, el pecado está agazapado a la puerta y te acecha, pero tú debes dominarlo”. Caín dijo a su hermano Abel: “Vamos afuera”. Y cuando estuvieron en el campo, se abalanzó sobre su hermano y lo mató. Entonces el Señor preguntó a Caín: “¿Dónde está tu hermano Abel?”. “No lo sé”, respondió Caín. “¿Acaso yo soy el guardián de mi hermano?”. Pero el Señor le replicó: “¿Qué has hecho? ¡Escucha! La sangre de tu hermano grita hacia mí desde el suelo. Por eso maldito seas lejos del suelo que abrió sus fauces para recibir la sangre de tu hermano derramada por ti. Cuando lo cultives, no te dará más su fruto, y andarás por la tierra errante y vagabundo”. Caín respondió al Señor: “Mi castigo es demasiado grande para poder sobrellevarlo. Hoy me arrojas lejos del suelo fértil; yo tendré que ocultarme de tu presencia y andar por la tierra errante y vagabundo, y el primero que me salga al paso me matará”. “Si es así, le dijo el Señor, el que mate a Caín deberá pagarlo siete veces”. Y el Señor puso una marca a Caín, para que al encontrarse con él, nadie se atreviera a matarlo. Después de esto, Adán se unió a su mujer, y ella tuvo un hijo, al que puso el nombre de Set, diciendo: “Dios me dio otro descendiente en lugar de Abel, porque Caín lo mató”. Palabra de Dios.
Comentario: El relato, a través de un lenguaje mítico simbólico, más allá de presentar las posibles dificultades y luchas entre pastores nómadas con agricultores sedentarios, expone las consecuencias del egoísmo, los celos o la propia envidia. Con posteridad, estos siempre son causantes de los grandes males y fracasos de la historia y la humanidad, pues el acto homicida de Caín no solo denuncia un fratricidio, sino que es un atentado contra el valor intrínseco de la propia vida.
SALMO Sal 49, 1. 8. 16-17. 20-21
R. ¡Ofrece a Dios un sacrificio de alabanza!
El Dios de los dioses, el Señor, habla para convocar a la tierra desde la salida del sol hasta el ocaso. “No te acuso por tus sacrificios: ¡tus holocaustos están siempre en mi presencia! R.
¿Cómo te atreves a pregonar mis mandamientos y a mencionar mi Alianza con tu boca, tú, que aborreces toda enseñanza y te despreocupas de mis palabras? R.
Te sientas a conversar contra tu hermano, deshonras al hijo de tu propia madre. Haces esto, ¿y yo me voy a callar? ¿Piensas acaso que soy como tú? Te acusaré y te argüiré cara a cara”. R.
La voz del Señor sobre las aguas! El Señor está sobre las aguas torrenciales. ¡La voz del Señor es potente, la voz del Señor es majestuosa! R.
El Dios de la gloria hace oír su trueno. En su Templo, todos dicen: “¡Gloria!”. El Señor tiene su trono sobre las aguas celestiales, el Señor se sienta en su trono de Rey eterno. R.
ALELUIA Jn 14, 23
Aleluia. “El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; e iremos a él”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Mc 8, 13-21
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús volvió a embarcarse hacia la otra orilla del lago. Los discípulos se habían olvidado de llevar pan y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les hacía esta recomendación: “Estén atentos, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. Ellos discutían entre sí, porque no habían traído pan. Jesús se dio cuenta y les dijo: “¿A qué viene esa discusión porque no tienen pan? ¿Todavía no comprenden ni entienden? Ustedes tienen la mente enceguecida. Tienen ojos y no ven, oídos y no oyen. ¿No recuerdan cuántas canastas llenas de sobras recogieron, cuando repartí cinco panes entre cinco mil personas?”. Ellos le respondieron: “Doce”. “Y cuando repartí siete panes entre cuatro mil personas, ¿cuántas canastas llenas de trozos recogieron?”. Ellos le respondieron: “Siete”. Entonces Jesús les dijo: “¿Todavía no comprenden?”. Palabra del Señor.
Comentario: Jesús intenta advertir a sus discípulos sobre los grupos que se oponen a su proyecto, como los fariseos y los herodianos. Estos pedían un signo, pero no entendían los muchos signos que hacía Jesús. ¡Cerrazón! No puede ser que el hombre sea tan ciego para no ver todas las señales que Cristo hizo y todas las señales que sigue realizando, por ejemplo: el milagro de la Eucaristía o que un hombre pueda perdonar los pecados. Por eso es fundamental creer con sencillez para no quedarse en la superficie de los milagros realizados por el Señor y así captar su sentido más profundo.
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Gloria a Ti Señor Jesús…