Gloria. Credo. Prefacio dominical.
1ª LECTURA Lev 13, 1-2. 45-46
Lectura del libro del Levítico.
El Señor dijo a Moisés y a Aarón: Cuando aparezca en la piel de una persona una hinchazón, una erupción o una mancha lustrosa, que hacen previsible un caso de lepra, la persona será llevada al sacerdote Aarón o a uno de sus hijos, los sacerdotes. La persona afectada de lepra llevará la ropa desgarrada y los cabellos sueltos; se cubrirá hasta la boca e irá gritando: «¡Impuro, impuro!». Será impuro mientras dure su afección. Por ser impuro, vivirá apartado y su morada estará fuera del campamento. Palabra de Dios.
Comentario: El relato describe un seguimiento u observación rigurosa por parte de los sacerdotes israelitas, como la tenían también con las afecciones cutáneas. Estos estaban obsesionados por su afán de mantener un ambiente de pureza en el propio culto y en la vida cotidiana del Pueblo en el que Dios había declarado establecer su morada definitiva.
SALMO Sal 31, 1-2. 5. 11
R. ¡Me alegras con tu salvación, Señor!
¡Feliz el que ha sido absuelto de su pecado y liberado de su falta! ¡Feliz el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta las culpas, y en cuyo espíritu no hay doblez! R.
Pero yo reconocí mi pecado, no te escondí mi culpa, pensando: «Confesaré mis faltas al Señor». ¡Y Tú perdonaste mi culpa y mi pecado! R.
¡Alégrense en el Señor, regocíjense los justos! ¡Canten jubilosos los rectos de corazón! R.
2ª LECTURA 1Cor 10, 31—11, 1
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Sea que ustedes coman, sea que beban, o cualquier cosa que hagan, háganlo todo para la gloria de Dios. No sean motivo de escándalo ni para los judíos ni para los paganos ni tampoco para la Iglesia de Dios. Hagan como yo, que me esfuerzo por complacer a todos en todas las cosas, no buscando mi interés personal, sino el del mayor número, para que puedan salvarse. Sigan mi ejemplo, así como yo sigo el ejemplo de Cristo. Palabra de Dios.
Comentario: San Pablo, en el contexto de presentar la Eucaristía como centro y eje de la comunidad cristiana, pide a los suyos mesura, prudencia y humildad. El Apóstol afirma que el ejercicio de la caridad implica un límite a la libertad y que el uso de esta debe estar en consonancia con el ejemplo de Cristo.
ALELUIA Lc 7, 16
Aleluia. Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo. Aleluia.
EVANGELIO Mc 1, 40-45
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Se le acercó un leproso a Jesús para pedirle ayuda y, cayendo de rodillas, le dijo: «Si quieres, puedes purificarme». Jesús, conmovido, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Lo quiero, queda purificado». En seguida la lepra desapareció y quedó purificado. Jesús lo despidió, advirtiéndole severamente: «No le digas nada a nadie, pero ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio». Sin embargo, apenas se fue, empezó a proclamarlo a todo el mundo, divulgando lo sucedido, de tal manera que Jesús ya no podía entrar públicamente en ninguna ciudad, sino que debía que darse afuera, en lugares desiertos. Y acudían a Él de todas partes. Palabra del Señor.