Leccionario Santoral: Prov 2, 1-9; Sal 33, 2-11; Mt 19, 27-29.
Lectura del libro del Génesis.
Jacob regresó de Jarán a la tierra de Canaán. Una noche, Jacob se levantó, tomó a sus dos mujeres, a sus dos sirvientas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Iaboc. Después que los hizo cruzar el torrente, pasó también todas sus posesiones. Entonces se quedó solo, y un hombre luchó con él hasta rayar el alba. Al ver que no podía dominar a Jacob, lo golpeó en la articulación del fémur, y el fémur de Jacob se dislocó mientras luchaban. Luego dijo: “Déjame partir, porque ya está amaneciendo”. Pero Jacob replicó: “No te soltaré si antes no me bendices”. El otro le preguntó: “¿Cómo te llamas?”. “Jacob”, respondió. Él añadió: “En adelante no te llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido”. Jacob le rogó: “Por favor, dime tu nombre”. Pero él respondió: “¿Cómo te atreves a preguntar mi nombre?”. Y allí mismo lo bendijo. Jacob llamó a aquel lugar con el nombre de Peniel, porque dijo: “He visto a Dios cara a cara, y he salido con vida”. Mientras atravesaba Peniel, el sol comenzó a brillar, y Jacob iba rengueando del muslo. Por eso los israelitas no comen hasta el presente el nervio ciático que está en la articulación del fémur, porque Jacob fue tocado en la articulación del fémur, en el nervio ciático. Palabra de Dios.
Comentario: Llega el momento en que Jacob busca un cambio trascendental en su vida. Su astucia lo lleva a luchar contra dioses y contra hombres hasta alcanzar la victoria y el cambio de su nombre. Su obediencia a la voluntad divina inspira en él un deseo de reconciliación y el perdón por haber usurpado la bendición y primogenitura de su hermano, Esaú. Por eso, aquella bendición no se ha completado sino hasta que alcance la paz y reconciliación con su hermano.
R. ¡Contemplaré tu rostro, Señor!
Escucha, Señor, mi justa demanda, atiende a mi clamor; presta oído a mi plegaria, porque en mis labios no hay falsedad. R.
Tú me harás justicia, porque tus ojos ven lo que es recto: si examinas mi corazón y me visitas por las noches, si me pruebas al fuego, no encontrarás malicia en mí. R.
Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Muestra las maravillas de tu gracia, tú que salvas de los agresores a los que buscan refugio a tu derecha. R.
Escóndeme a la sombra de tus alas; por tu justicia, contemplaré tu rostro, y al despertar, me saciaré de tu presencia. R.
Aleluia. “Yo soy el buen Pastor; conozco a mis ovejas, y mis ovejas me conocen a mí”, dice el Señor. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: «Jamás se vio nada igual en Israel». Pero los fariseos decían: «Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios». Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha». Palabra del Señor.
Comentario: Jesús nos compara con las ovejas, que son dóciles y mansas. En este sentido, no es que nos crea inferiores, sino que él se considera nuestro Pastor. Por tanto, a la oveja le corresponde dejar entrar a Jesús; es decir, debo ser dócil para aprender de sus palabras, sobre todo cuando medito el evangelio o cuando me confieso; solo así él puede sanarme de mis males. Al mismo tiempo, también nos enseña que tenemos que pedir por los trabajadores, porque son pocos. Nos dice el Papa: «Jesús es el Buen Pastor. ¿Cuántas veces tengo necesidad del Buen Pastor? Los sacerdotes son los pastores que ayudan a Cristo a cuidar su rebaño. ¿Cuántas personas tienen necesidad de los pastores que ayudan al Buen Pastor?».
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Gloria y honor a ti Señor Jesús… 🙏💟✝️🇨🇱🙋🏻♂️