Jesús se ofreció a sí mismo como alimento. “Tomen y coman, eso es mi cuerpo”. No recibimos el Cuerpo y la Sangres de Cristo para recordarlo, sino para que nosotros lo comamos y superemos nuestro propio calvario. Jesús es sangres, es pan y vino, es comida para darnos vida. Por eso es tan importante celebrar cada domingo la Cena del Señor, que nos hermana sin hacer distinciones.
“La Reflexión Dominical” es un espacio que, a partir del Evangelio del domingo, entrega un mensaje de fe, en la voz del padre Aderico Dolzani, de la SOCIEDAD DE SAN PABLO. Si te interesa difundir estas cápsulas a través de algún medio radial, escríbenos a webmaster@sanpablochile.cl