Nos preparamos para vivir la semana más importante para los cristianos, en la que conmemoramos la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor. El Triduo Pascual es el centro del Año Litúrgico. Comienza con la misa de la Cena del Señor, en la tarde del Jueves Santo, tiene su punto culminante en la Vigilia Pascual y termina al atardecer del Domingo de Resurrección. Es la realización de aquello que Jesús dijo en sus anuncios de la Pasión. Por ejemplo: Miren que subimos a Jerusalén, y el Hijo del hombre será entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas; lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, y se burlarán de él, le escupirán, lo azotarán y lo matarán, y a los tres días resucitará (Mc 10, 33-34). Y para ayudarte a comprender mejor los evangelios, y reflexionar cristianamente acerca de ellos, “La Reflexión Dominical” ha preparado una serie de cápsulas en las que el padre Aderico Dolzani comparte una sencilla, pero profunda reflexión para cada día. Esperamos que cada una de ellas para ayudarte a ir al encuentro del Señor Resucitado.

¿Cuál es el itinerario de la Semana Santa?

Tomando como base el evangelio de Marcos, tenemos:

Domingo: por la tarde, la entrada en Jerusalén y la salida hacia Betania, donde pasó la noche (Mc 11, 1-11).

Lunes: salida de Betania hacia Jerusalén, con hambre, el episodio de la higuera sin frutos, la expulsión de los comerciantes del Templo y la salida de la ciudad por la tarde (Mc 11, 12-19). No se dice que haya regresado a Betania.

Martes: encuentro con la higuera que se ha secado. Jesús entra en Jerusalén, camina en el Templo y las autoridades lo enfrentan (Mc 11, 20-21; 14, 1-2).

Miércoles: en Betania, en la casa de Simón, una mujer unge la cabeza de Jesús. Judas se compromete a entregar a Jesús a los sumos sacerdotes por dinero (Mc 14, 3-11).

Jueves: por la tarde, Jesús anticipa la Pascua judía e instituye la Eucaristía. Es apresado y llevado al supremo tribunal de los judíos (Sanedrín). El resto de la noche es un misterio indescifrable (Mc 14, 12-50).

Viernes: por la mañana, Jesús es presentado ante Pilato, el Gobernador romano, es condenado, escarnecido y conducido a la muerte. Lo crucifican a las nueve de la mañana. Hay tinieblas al mediodía, muere a las tres de la tarde y lo sepultan al atardecer (Mc 15).

Sábado: expectativa de las mujeres (Mc 15, 47).

Domingo en la madrugada: las mujeres encuentran el sepulcro vacío y un joven les anuncia la Resurrección (Mc 16, 1-8).

LA REFLEXIÓN DOMINICAL EN SEMANA SANTA

• Domingo de Ramos: Recuerda la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, a través de la procesión de Ramos.

• Jueves Santo: Por la mañana: en la Catedral se celebra la Misa Crismal, en la cual se bendicen los santos óleos. Por la tarde: misa de la Cena del Señor en la que se recuerda la institución de la eucaristía y del sacerdocio.

• Viernes Santo: Se recuerda la Pasión y la muerte de Jesús. Día de silencio, de reflexión y de oración, que se prolonga por todo el Sábado Santo.

• Sábado Santo por la noche: Vigilia Pascual, en la cual, con la liturgia de la luz, de la palabra, del bautismo y de la eucaristía, se celebra la resurrección del Señor: Cristo ha resucitado. ¡Aleluya, aleluya! Nosotros somos testigos. ¡Aleluya, aleluya!

• Domingo de Pascua de Resurrección: La resurrección del Señor pone a prueba la fe de los discípulos, pues, como nota el evangelista, todavía no habían entendido bien que él tenía que resucitar de los muertos.