La Asunción de la Virgen María (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio propio. Jornada de la Vida Consagrada. Día de la religiosa.
Feriado nacional.
Dos madres milagrosas se encuentran
El Ángel Gabriel anunció a María que iba a ser milagrosamente mamá, y que su anciana prima Isabel, milagrosamente, también esperaba familia desde hacía seis meses.
La visita del Ángel causó en María estupor, alegría, sorpresa… le cambió los planes de su noviazgo con José y el futuro imaginado… y con ese clima interior fue a visitar a su prima.
Esta visita tiene una particularidad: no es un milagro, no es una visión ni una aparición. Se trata de un acto de amor y servicio a una mujer entrada en años con los problemas de su embarazo, un acto de vida, entre dos primas que esperan milagrosamente familia.
Isabel la recibe con exclamaciones que se hicieron una oración que está en los labios de todos los creyentes, en los momentos lindos y en los tristes o de necesidad, cuando pedimos la ayuda divina.
Con su visita, María comunica a Isabel la presencia del Hijo de Dios en su seno virginal. Su cuerpo ya es el templo del Espíritu Santo e Isabel siente la fuerza del Espíritu en su hijo, que saltó de alegría en su vientre.
Así se cumplía la profecía del Ángel a Zacarías: el hijo que nacerá de Isabel estaría lleno del Espíritu desde el seno de su madre.
María, mujer, Madre de Dios y Virgen, es un ejemplo de sencillez y de humildad. Su alegría se hace canto y promueve la dignidad de los hombres necesitados y humildes en el maravilloso plan de Dios.
Así son las personas maravillosas: simples como María e Isabel, y con tiempo para dedicarse a los demás con el pensamiento, el corazón y el servicio concreto. Y también tiempo material para compartir los momentos lindos que nos regala la vida.
“En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”, (Lc 1, 48).
P. Aderico Dolzani, ssp.
ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Apoc 12,1
Apareció en el cielo un gran signo: una mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La solemnidad de la Asunción es una alabanza a Dios porque, en su bondad, ha querido glorificar a María en la Gloria del Padre. Es este un anticipo de aquello que nos espera también a nosotros si cumplimos, en este mundo, el plan que Dios tiene sobre nosotros.
1ª LECTURA Apoc 11, 19; 12, 1-6. 10
Guía: El Apocalipsis nos describe la presencia de una “mujer vestida de sol” que, con el poder recibido de Dios, triunfa sobre el mal. Se entiende que esta mujer es la Virgen María.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Se abrió el Templo de Dios que está en el cielo y quedó a la vista el Arca de la Alianza. Y apareció en el cielo un gran signo: una Mujer revestida del sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas en su cabeza. Estaba embarazada y gritaba de dolor porque iba a dar a luz. Y apareció en el cielo otro signo: un enorme Dragón rojo como el fuego, con siete cabezas y diez cuernos, y en cada cabeza tenía una diadema. Su cola arrastraba una tercera parte de las estrellas del cielo, y las precipitó sobre la tierra. El Dragón se puso delante de la Mujer que iba a dar a luz, para devorar a su hijo en cuanto naciera. La Mujer tuvo un hijo varón que debía regir a todas las naciones con un cetro de hierro. Pero el hijo fue elevado hasta Dios y hasta su trono, y la Mujer huyó al desierto, donde Dios le había preparado un refugio. Y escuché una voz potente que resonó en el cielo: “Ya llegó la salvación, el poder y el Reino de nuestro Dios y la soberanía de su Mesías”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 44, 10-12. 15-16
R. ¡De pie a tu derecha está la Reina, Señor!
Una hija de reyes está de pie a tu derecha: es la reina, adornada con sus joyas y con oro de Ofir. R.
¡Escucha, hija mía, mira y presta atención! Olvida tu pueblo y tu casa paterna, y el rey se prendará de tu hermosura. Él es tu señor: inclínate ante él. R.
Las vírgenes van detrás, sus compañeras la guían, con gozo y alegría entran al palacio real. R.
2ª LECTURA 1Cor 15, 20-27
Guía: Cristo es el nuevo Adán, y con su resurrección ha vencido la muerte. En la fiesta de la Asunción, vemos que María es la mujer que ha colaborado en esta victoria.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos; luego, aquéllos que estén unidos a Él en el momento de su Venida. En seguida vendrá el fin, cuando Cristo entregue el Reino a Dios, el Padre, después de haber aniquilado todo Principado, Dominio y Poder. Porque es necesario que Cristo reine hasta que ponga a todos los enemigos debajo de sus pies. El último enemigo que será vencido es la muerte, ya que Dios “todo lo sometió bajo sus pies”. Palabra de Dios.
ALELUIA
Aleluia. María fue llevada al cielo; se alegra el ejército de los ángeles. Aleluia.
EVANGELIO Lc 1, 39-56
Guía: En su visita a su prima Isabel, María anticipa la salvación que trae Cristo y, con su canto, ensalza el poder de Dios, presente en los humildes y en los pobres.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Durante su embarazo, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”. María dijo entonces: “Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo! Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquéllos que lo temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los soberbios de corazón. Derribó a los poderosos de su trono y elevó a los humildes. Colmó de bienes a los hambrientos y despidió a los ricos con las manos vacías. Socorrió a Israel, su servidor, acordándose de su misericordia, como lo había prometido a nuestros padres, en favor de Abraham y de su descendencia para siempre”. María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Los dones de pan y vino son el signo de nuestra entrega a Dios, como se ofreció María para cumplir con el Plan divino de salvación.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: Con María, comulgamos con Cristo “esperanza de la gloria” comprometiéndonos con una vida más disponible a Dios y a nuestros semejantes.
DESPEDIDA
Guía: Nos despedimos con la alegría de saber que ya no caminamos solos, sino que vamos junto a María, por este mundo, hasta llegar un día con ella a la Patria del Cielo.